domingo, 18 de diciembre de 2016

AQUELLO QUE VIVE EN NUESTRO ESPIRITU

Amigos:
Bienvenidos!!!, es el cuarto domingo de adviento!!!, preludio de que ya se acerca la navidad, estamos a solo una semana de celebrarla, ¿cuánto hemos cambiado en este año que paso?.
Ese es el tema que me ocupara esta semana, pero antes de sumergirnos en él, quiero compartir mi alegría debido a que el Real Madrid ganó el mundial de clubes. Es bueno de vez en cuando rescatar las cosas que hacen feliz al corazón, porque de lo otro creo que tenemos suficiente, no les parece?, a veces hay que alimentar el corazón también con gotas de alegría y felicidad, estamos en la mejor época para hacerlo!!!.

Tengo la fortuna de contar con muy buenos amigos, y fue precisamente uno de ellos quien me hizo llegar una historia que lleva por título "la naranja exprimida", que en resumen nos hace reflexionar sobre lo que nosotros devolvemos en respuesta a lo que vivimos.
Cuando uno exprime una naranja, dice la historia, lo que se espera es que salga el jugo de la naranja, la respuesta más natural que puede haber, sin embargo haciendo un paralelismo con nosotros mismos, ¿qué es lo que sale de nosotros cuando somos presionados?. Es preciso formularnos esta pregunta y pensar muy seriamente al respecto, pues invariablemente será lo que defina de qué estamos hechos en nuestro interior.

Siempre he pensado que las personas que nos dedicamos a Dios, a practicar seriamente nuestra fe y sobre todo a tratar de llevar un mensaje de vida, alegría y optimismo a donde quiera que vayamos, somos los que a menudo constatamos que aún nos falta mucho por aprender, les digo esto porque yo al igual que ustedes, me hice esta pregunta.
Resulta que la mayoría de nosotros reaccionamos con rencor, con tristeza, por mencionar solo algunas de las posibles respuestas ¿pero realmente eso es lo que se encuentra en nuestro interior?

Tuve la oportunidad de escuchar una frase que pertenece a la película Tomorrowland:

- Toda mi vida me contaste esta historia. Ahora te la cuento yo. Hay dos lobos y siempre están peleando. Uno es la oscuridad y la desesperación. El otro es la luz y la esperanza.
- ¿Qué lobo gana?
- Vamos, Case.
- Bien, no respondas. El que tú alimentes.


Nuevamente la pregunta se hace presente: ¿Cuál es el lobo que alimentamos?, la respuesta que demos o que probablemente muchos de ustedes ya dieron es en definitiva lo que define el tipo de vida que llevamos.
Contamos como siempre con toda la libertad que disponemos para llevar la vida que queremos, ¿es realmente la clase de vida que soñamos la que estamos viviendo?, pues si la respuesta es negativa la explicación podría estar en el hecho de que alimentamos al lobo de la oscuridad que devora todo resquicio de luz que pelea por aparecer en el horizonte de nuestros días.

Resulta que muchas veces la experiencia de pérdida es tan fuerte que la negación a aceptarlo esta implícita en nuestra mente, entonces nos aferramos tanto a la pena, como si con ello consiguiéramos mantener lo perdido todavía en nuestro presente....
Con el rencor pasa exactamente lo mismo, es como un tipo de defensa que creamos en la mente, la presencia del rencor mantiene viva la razón de la pelea. Sea tristeza o rencor lo cierto es que estamos eligiendo vivir en la oscuridad, nos estamos quitando la oportunidad de alimentar la luz de la esperanza y la alegría presentes en nuestra vida.

Si lo que vivimos en el pasado fue tan maravilloso que nos rehusamos a dejarlo atrás, bien vale la pena que empecemos a construir personas nuevas cuyos corazones estén libres de oscuridad, plenos de luz a la espera de días de nuevos, pues si fuimos felices un día con seguridad lo volveremos a ser.
No neguemos las oportunidades de llenar nuestros días de alegría, oportunidades que la vida nos va presentando todos los días y que dejamos pasar por elegir vivir siempre alimentando al lobo de la oscuridad.

Una vez más, es bueno utilizar las palabras, hay mucha magia que uno puede transmitir con ellas, pero si no le damos vida a esas palabras, estaremos simplemente repitiendo el mensaje como una cinta de audio que se escucha una y otra vez, como las polillas que giran alrededor de la luz....

Es necesario recordar que la presión a la cual somos sometidos en tiempos de nuestra vida; sea cual la sea su naturaleza; pondrá en evidencia aquello que vive en nuestro interior...
Una vez mas: Es bueno hablar de todo lo bueno y bonito de la vida, es bueno hablar de Dios, pero si esas palabras no son puestas en acción solo estaremos observando la luz, sintiendo su calor quizá, pero jamás sabremos lo que es estar rodeados de ella.

Quise escribir sobre esto, precisamente antes de la navidad, porque sería una linda finalidad que nos presentemos como personas nuevas ante el nacimiento en la noche buena.

Que pasen una semana próspera y llena de luz!!!!. Hasta la próxima.




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