domingo, 29 de enero de 2017

EL "SILENCIO" DE DIOS

Amigos!!!:
¿Cómo les va?, ¿cómo terminan este primer mes del año?, recuerden que para empezar a recibir las mejoras que esperan de este año, primero tienen que cambiar su forma de encarar el año. Ver claramente las cosas buenas de la vida, aquellas que alegran el alma, que alegran el corazón y por consiguiente llenan de paz. Empezar a pensar menos en todo lo que no tienen o todo lo que consideran que esta mal.

Hace muy poco tiempo he tenido finalmente la oportunidad de ver la película "Silence" (Silencio en español) y protagonizada por Andrew Garfield, Adam Driver y Liam Nesson, la película esta basada en el libro "Silence" de Shusako Endo, que cuenta la historia de dos sacerdotes jesuitas que viajan a Japón en el año 1640 en busca de su maestro y para difundir el cristianismo, durante el tiempo en el que se encuentran allí no solo son testigos de las persecuciones y las torturas a las cuales eran sometidos los que abrazaban el cristianismo, sino también ellos sufren en carne propia esta persecución y tortura.

Un relato sorprendentemente humano, pues no solo pone de manifiesto las crisis de fe que todos vivimos a nuestro modo y desde nuestras propias luchas, sino también la manera en la que los cristianos se aferran a esa fe de la cual apenas empiezan a conocer y sin embargo ya deja una huella profunda en cada uno de ellos.

Al terminar de ver esta maravillosa película, me quede pensando ¿cuántas veces hemos estado atravesando un profunda crisis de fe y no hemos escuchado la voz de Dios a pesar de haberla buscado incesantemente para dar paz a nuestra alma?, ¿cuántas veces hemos sido tentados por el mal?.
Cuando me refiero a las tentaciones del mal, no puedo evitar pensar que muchos consideran que tal cosa no existe o que es atribuible a un asunto de "unas cuantas personas fanáticas de la fe".

Minimizamos tanto las "tentaciones" que quedamos expuestos a cada una de ellas, pensamos que probablemente estamos lejos de ellas, sin embargo creo que la peor forma de pelear es la ignorancia o la indiferencia.

Uno podría enumerar muchas formas en las cuales somos tentados hoy en día, pero en esta oportunidad me referiré a la más común y es la que se manifiesta por medio de nuestros pensamientos, especialmente de aquellos que nos llevan a sumirnos en profundas depresiones, desesperaciones, frustraciones e incluso nos infunden verdaderos deseos de morir.

Esta es sin lugar a dudas la forma más sutil que el mal encuentra para torturar nuestra alma, para llevarnos a tal estado de malestar que no seamos capaces de salir. Es por lo tanto también la forma más peligrosa pues instala en nuestro interior tal inconformidad con nuestra vida o con un aspecto de ella que empezamos sin darnos cuenta siquiera a despreciar la vida que Dios nos ha dado.

Me gustaría, que por un momento pequeño, piensen en todas las ocasiones que sin darse cuenta siquiera empiezaron a pensar en todo lo que esta mal en sus vidas, para luego llegar a la irremediable pero previsible conclusión de que no pueden hacer nada por cambiar lo que en suma los hace verdaderamente "infelices".

Este estado mental, que da paso al emocional, que da paso al espiritual y posteriormente al físico; no es más que la forma en la que el mal va horadando en nuestra vida, nos venda los ojos de la realidad para evitar que veamos que hay mucho por que estar agradecidos. Lo peor de esto es que como son nuestros "propios pensamientos" los que nos hablan, no somos capaces de ver desde otra perspectiva nuestra propia vida.

¿Cómo podemos contrarrestar estos "pensamientos" de malestar y autodestrucción?, no voy a decirles rezando aunque ese es indudablemente el mejor camino, pero sí les diré que la mejor forma de contrarrestar esto es sustituyendo cada pensamiento negativo por uno bueno, es empezando a concebir la vida como un cúmulo de bendiciones aunque todo a nuestro alrededor nos muestre lo contrario.

No podemos pedirle a un enfermo que camine vigorosamente sin un tratamiento previo, lo mismo sucede con el alma, no podemos decirle que empiece a celebrar la vida si primero no le damos las razones "justificaciones" para que lo haga.

Pero ¿qué tiene que ver esto con el silencio de Dios?, la realidad es que tiene todo que ver, pues cuando el alma ha empezado a contaminarse con dichos "pensamientos" empezamos a buscar algo que nos ayude a mantenernos a flote, ese "algo" siempre es Dios y es que en el fondo sabemos que estamos enfermos y que él es el médico de médicos, pero una vez más ¿cómo podemos escucharle si no dejamos de oír nuestra "mente"?, ¿cómo podemos escucharle si no callamos esos pensamientos que poco a poco nos van sumiendo en la más oscura de las horas?.

No es que Dios este callado, es que nuestros pensamientos están hablando tan fuerte que no podemos escuchar lo que nos dice, la única forma de restablecer nuestra comunicación con él es por medio de la confianza, pues solo ella restablecerá las seguridad de nuestra alma, de que todo, absolutamente todo, esta como debe estar.

La confianza, hará que poco a poco vayamos alejando de nosotros esa "idea" de que todo esta mal, la nueva seguridad con la que cubramos el alma, instalará poco a poco la luz que nos deje ver las cosas buenas y bonitas de nuestra vida. La confianza hará que empecemos a bendecir la vida a partir de ser conscientes de que hay cosas que no dependen de nosotros, que hay cosas que dependen solo de Dios y otras que dependen de nosotros mismos, este es el único camino que instalará en nuestro corazón la paz que tanto ansiamos y será la única manera de sanar el alma.

La próxima vez que sientan que Dios esta en silencio, recuerden que probablemente "nuestros pensamientos" están haciendo tanto ruido que no nos dejan escuchar la voz de Dios, entonces recuerden que solo la confianza reconstruirá la comunicación que hará que el alma se sienta segura y entonces, solo entonces, desde la paz que sintamos en el corazón podremos escuchar la voz de Dios.

Recuerda que la vida esta llena de BENDICIONES, esfuérzate por verlas, abraza cada una de ellas, porque estan ahí para tí. Hasta la próxima!!!

PLEGARIA DE LA SERENIDAD
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
Viviendo día a día; 
disfrutando de cada momento; 
sobrellevando las privaciones como un camino hacia la paz; 
aceptando este mundo impuro tal cual es y no como yo creo que debería ser, 
tal y como hizo Jesús en la tierra: así, confiando en que obrarás siempre el bien;
así, entregándome a Tu voluntad, podré ser razonablemente feliz en esta vida 
y alcanzar la felicidad suprema a Tu lado en la próxima. 
Amén.

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