domingo, 8 de abril de 2018

¿QUE HACEMOS EN EL ATARDECER DE NUESTRAS VIDAS?

¿Qué pasa cuando a la carrera ya solo le faltan unos cuantos kilómetros?; he conversado con algunas personas que me han relatado su experiencia en el atardecer de sus vidas. "Un buen día simplemente me di cuenta que la vida se me había pasado" me dijo una con una gran melancolía en los ojos; otra simplemente me miró y me dijo "si, la vejez finalmente había llegado" con resignación y cierta paz pero hubo el comentario de una tercera que me dejó pensando todavía más. Se trataba de una persona que por elección propia había decidido dedicar su vida al trabajo, a los viajes; una que jamás había pensado en formar un hogar, una familia hasta que un día simplemente conscientizó con absoluta realidad que realmente ya jamás podría tener hijos con aquella persona a la que había amado por años.

Tantos testimonios hizo que me pregunte: ¿Qué hacemos en el atardecer de nuestras vidas?, ¿qué pasa cuando nos damos cuenta que ya no tenemos 15?, estábamos en una carrera loca por la vida, pensando en todo lo que queremos y soñamos pero en definitiva la vida se nos escapaba de las manos y es curioso pensar en esto, pues conocemos de sobra que a veces la andadura termina cuando apenas empezábamos a darnos cuenta de que se trataba el juego de la vida, pero hay otros casos en los que la vida nos dura hasta que llegamos al ocaso, a ese comprender que las cosas que fuimos aplazando por una u otra razón simplemente ya no serán más; llegamos a ver que poco a poco la vida esta empezando a menguar.....

Entonces comprendemos con cierta tristeza que la vida era eso exactamente, eso que estaba pasando entre nuestros sueños y nuestras realidades, entre nuestras penas y nuestras ansias de felicidad, entre esos pequeños momentos felices que atesoramos pensando que llegarían mayores y mejores momentos.

Porque a la vida hay que celebrarla sea cual sea la manera en la que se nos estén presentando los días; no importa si estamos en el amanecer o presenciando el ocaso, cada etapa vivida es maravillosa y quizá el ocaso se disfruta mucho más porque a él llegamos ya no con la prisa de los primeros años, llegamos con la madurez que los años dejaron en cada lección aprendida, en cada caída de la cual nos levantamos. Tal vez no conseguimos los sueños que perseguimos pero conseguimos muchas otras cosas que ni siquiera imaginamos.

Me gusta pensar que la vida es una fiesta, que esta llena de nuevos ciclos, de nuevos proyectos, de nuevas lecciones, DE NUEVAS VIVENCIAS; siempre a cualquier edad y es que lo que realmente da vida al cuerpo es el alma que vive dentro de él; esa parte de nuestro ser que se alimenta con todo aquello que hace que nuestras miradas se enciendan, lo único que nos pide es que no nos conformemos, que no nos arrastre un mundo de falsedades.

Se siente más vivo aquel que dice lo que piensa y vive conforme a ello que aquel que esta rodeado de hipocresías y falsedades, porque no importan los años vividos si jamás llegamos a comprender el verdadero sentido de la vida, ese que para muchos es un misterio, ese que descansa en las cosas más sencillas.

Que el atardecer de tu vida te encuentre con una mirada encendida de emoción, con el alma llena de viva, disfrutando de la nueva etapa con le seguridad de que ésta también trae consigo un millon de experiencias nuevas, aunque esto signifique solo que un día te encuentres en un salón de té disfrutando de una exquisita taza de té rodeado de amigos.

A la vida hay que darle un sentido, a los años hay que darles vida!!!  


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