domingo, 29 de abril de 2018

QUE LA VIDA NOS SIGA SORPRENDIENDO!!!

La vida nunca deja de sorprendernos, ¿ya se dieron cuenta que muchas de las alegrías que tenemos son por cosas que ni siquiera imaginamos?, por eso pienso que la vida vale la pena vivirse, no la disfrutamos porque nos encerramos demasiado en aquello que estamos seguros de querer y mientras tanto nos perdemos lo que pasa día con día.
Hay que celebrar la vida por esos regalos que a veces recibimos cuando ni siquiera nos lo imaginamos, por esas palabras de apoyo, de aliento o de cariño que a veces recibimos cuando ni lo pedimos o por esas charlas entre amigos que disfrutamos y que nos hacen pasar un tiempo tan agradable. Ahora bien, aquí haya que decir algo en defensa de aquellos que tenemos más cerca y de quienes a veces no nos parece que sea tan agradable su compañía. Resulta que es fácil ser agradable con alguien que verás tan solo un momento del día, siendo justos si hacemos un análisis de lo que nos pasa la mayor parte del tiempo nos daremos cuenta que los problemas nos ponen de mal humor, que los fracasos o las pérdidas nos ponen tristes, que a veces nuestro descontento con la vida nos vuelve irascibles y por las "caretas" que acostumbramos usar no se lo mostramos a nadie salvo a aquellos que están a  nuestro lado (llámese hermanos, esposos, hijos,etc.) a ellos también les pasan cosas y eso termina por hacernos pensar que el tiempo junto a ellos no es tan bueno, cuando en realidad nos permitimos ser como somos o sentir lo que sentimos porque sabemos que contamos con su amor y su aceptación como ellos con la nuestra.




Hace unos días me pregunté ¿cuántas oraciones están llenas de confianza?, siendo sinceros y hablo también por mí, creo que muy pocas; lo que nos pasa es que cuando hablamos con Dios, de quien sabemos que lo puede todo y eso es muy cierto, lo que hacemos es referirle todo lo que queremos o pensamos que queremos, casi nunca dejamos a su voluntad nuestros asuntos, creo que es por eso que es más fácil que uno caiga en la decepción o sienta que sus oraciones no son escuchadas, lo que deriva en el debilitamiento de nuestra fe.

Hace falta que volvamos al principio de todo, cuando uno es padre y quienes lo son me comprenderán; saben que no siempre se les da todo lo que piden a los hijos y que realmente en la mayoría de los casos lo hacemos por su bien, o que se les da lo que piden en el momento indicado, no siempre cuando ellos lo quieren, con Dios pasa exactamente lo mismo.

Cuando pienso en esto,  no puedo evitar pensar en todas las ocasiones en que pensé que siempre tengo lo que quiero tarde, cuando ya no lo quería; se me olvida que Dios maneja sus propios tiempos y que debemos confiar. 

Hace unos meses conocí una persona que me relato que estuvo buscando inútilmente un par de libros, simplemente no podía encontrarlos, pensó para sí: "Dios ya sabe que los quiero en algún momento me los dará" y ciertamente hace un par de días me dijo con alegría que una amistad los había encontrado en uno de sus viajes y que se los había hecho llegar!!!. 
Me dejó una gran lección, realmente Dios maneja sus propios tiempos, quizá deberíamos practicar un poco más la confianza y esperar mientras disfrutamos de la enorme cantidad de cosas que nos pasan y que nos llenan de gozo cuando ni siquiera las habíamos pedido, ¿Qué dices?, ¿no es liberar un gran peso encara la vida de esta forma?.





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