domingo, 13 de mayo de 2018

APRENDIENDO DE Y CON LA VIDA

¡Qué linda es la vida cuando uno sabe vivirla!, siempre que utilizo esta expresión en los diferentes talleres que dicto, las personas reaccionan de forma negativa, es tanta su contrariedad que una sola pregunta se ve reflejada en sus expresiones: ¿Qué tiene de linda la vida?.
Precisamente por eso me gusta iniciar con esta frase, porque hay muchos, demasiados aspectos que no vemos por estar sumergidos en una serie de estructuras mentales que no nos dejan liberarnos.

La libertad es la palabra clave y fundamental para continuar nuestro camino, SOMOS LIBRES; pero ¿cuántos lo sabemos en realidad?, si; puede ser gracioso que te diga esto en un momento en el que probablemente crees que tienes la libertad para hacer lo que se te antoje.
La mayor trampa en la que caemos la mayoría de los adultos, es precisamente en creer que podemos hacer lo que se nos plazca.

La independencia que adquirimos con los años, no es precisamente libertad, si bien empezamos a ver la vida con nuestro propio enfoque, es la etapa donde debemos prestar mucha más atención, porque probablemente ya nos hacemos cargo de nuestro propia vida, pero jamás dejamos de aprender. Nadie, por más años que tenga puede decir que es dueño de la verdad.

Lo que los años nos traen en realidad es la suficiente madurez para discernir entre lo que esta bien o lo que esta mal para nosotros, por ende podemos aconsejar a quienes van unos años menos pero jamás podremos caminar su propio camino, porque sencillamente tu tienes tus lecciones por aprender y cada uno tendrá las propias.

Ahora, esto de ser libres es más complicado de lo que a priori nos parece; y los pensamientos tienen aqui un papel mucho más importante de lo que tu crees.
Para que me entiendas mejor, quiero utilizar un recurso muy importante: el tiempo y una palabra a la que a veces hay que traer al presente: el pasado.
Quiero que recuerdes la última vez que tuviste un asunto sin resolver que te preocupó mucho, por favor tomate un tiempo para recordar con detalle cada cosa que hiciste durante ese tiempo.

Bueno, asumiendo que ya recordaste, te diré que si bien los problemas que cada persona enfrenta son como un abanico, todos tenemos algo en común: A todos nos quita la paz.
No tiene por que ser siempre así; ¿qué piensas si te digo que elegimos libremente dedicar tiempo a preocuparnos?.

Si ya recordaste cómo la pasaste la última vez que tuviste un problema y no sabías como resolverlo, ya te habrás dado cuenta que la solución llegó, de una forma u otra, ¿cierto?, los problemas como los tiempos felices no duran para siempre, ellos también son pasajeros. Saber que sea cual sea la dificultad se resolverá de una forma u otra, es fundamental para no dedicar horas y horas de nuestras vidas alimentando el malestar y la inquietud emocional que suponen la preocupación y la desesperación.

Lo que aún es más importante todavía es preguntarse: ¿qué es lo que esta "preocupación" me esta robando en este momento?, ¿de qué felicidad me esta privando?, es necesario saber  identificar bien esto, porque eso si que se pierde con el tiempo; ningún momento bueno o malo regresa, lo que pasó, simplemente pasó. ¿Quieres seguir dejando pasar de lado momentos de bienestar por dedicarte a aquellos problemas que a la larga de todas formas se resolverán?.

Hay muchas cosas (demasiadas) a las que nos aferramos libremente, para poder llegar a darle un verdadero significado a la expresión con la que inicie. Es necesario empezar a concientizar en la forma en la que utilizamos nuestra libertad.

Cada uno de nosotros tiene sus propios tiempos para asimilar o no algo; vamos aprendiendo de la vida y con la vida; ésta no tiene porque ser una mala experiencia solo hace falta poder ver con claridad aquello que sí es importante para cada uno.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.