domingo, 16 de diciembre de 2018

TU PROPIO RELOJ DE ARENA

Diciembre es un gran mes de celebraciones!!, pero en mi caso en particular trae además la celebración del cumpleaños de una gran amiga, en ocasión de celebrar esta fecha; nos reunimos para reforzar los lazos de amistad que el tiempo ha ido tejiendo con mucha sabiduría.
Uno de los presentes comenzó el brindis hablando del reloj de arena y mencionó que la vida de cada uno es como un reloj de arena, cada año que cumplimos es como un grano de arena que se pierde, como un grano de arena que despedimos con todo lo que ello significa.

Me conmovió darme cuenta que el tiempo de nuestras vidas se mide en un reloj de arena que inició cuando nacimos, ¿cuánto tiempo nos falta?, ese reloj de arena un día se terminará con él también nuestra existencia en este tiempo que feliz o no un día se terminará.

Sé que pensar de ese modo entristece un poco; pero hace que uno se replantee enormemente cómo viene llevando a cabo sus proyectos personales, hace que en definitiva un se replantee cuáles son sus prioridades. 
Algunos días atrás tuve la fortuna de encontrar un artículo que contaba la historia de una familia que había conseguido sobrevivir al incendio que se registro en California hace poco. La comprensible prisa con la que abandonaron su casa les llevó a irse dejando atrás a su mascota; los hilos de la vida se tejen de una forma que jamás comprenderemos pero nuestra confianza reside en que Dios sabe lo que esta haciendo, este es el caso pues, la mascota, un hermoso perro; consiguió sobrevivir al incendió y ser alimentado por los rescatistas. El perro simplemente regresaba a la casa donde vivió, aunque ésta se encontraba en cenizas y esperaba el regreso de sus dueños, cosa que sucedió un día de tantos en que Dios había planificado el reencuentro.



Comencé diciendo que tuve la fortuna de encontrar esta historia, porque desconocemos la magnitud del amor, no solo entre nosotros, también del amor de Dios, esto nos lleva a acumular un sin fin de preocupaciones, sobre una cantidad de sucesos que realmente no esta en nosotros controlar; como resultado perdemos nuestro tiempo y también nuestra calma.

¿Qué hubieras hecho tú si hubieras estado en lugar de aquella que familia?, más allá de la respuesta que podamos dar unos y otros, lo cierto es que la casa quedó en cenizas pero lo verdaderamente importante permaneció intacto, sucesos así hacen que nos preguntemos ¿cuáles son nuestras prioridades?, ¿dónde elegimos poner nuestro esfuerzo?, ¿por qué pensamos que todo depende de lo que hagamos?, felizmente esta historia tuvo un final feliz, pero imaginó que no a todos les fue de la misma manera.

Cuando sobreviene una pérdida por ejemplo, elegimos cargar con culpas, remordimientos, tristezas que no harán que el tiempo de marcha atrás pero sí conseguirán arrebatarnos la paz que debemos preservar como un gran tesoro.
Pensar en que cada uno de nuestros relojes de arena esta siguiendo su propia marcha me lleva a alentarte en que pienses que más allá de lo que tu hagas, de lo que este a tu alcance, esta Dios trabajando también tu vida y en la de cada uno de aquellos que amas.

La vida se hace mucho más ligera si depositas la pesada carga de querer controlar todo, en las manos de quién teje los hilos de eso que nos gusta llamar "destino", vinimos a aprender de todo lo que nos pasa!!!, la vida no debería ser una experiencia angustiosa o atormentadora, más por el contrario este tiene que ser la mejor experiencia que vayamos a tener porque nos permite conocer el amor, nos permite sorprendernos con la magnificencia de la creación de Dios, nos permite aprender a ser honestos con nosotros mismos y con los demás.

Dios es realmente el que esta en control de todo aquello que hoy te preocupa o te entristece; recuerda que tu reloj de arena va marcando tu propio tiempo en esta vida, así que disfruta más, vive más; preocúpate por el recuerdo que dejarás a todo aquel que se cruzo en tu camino y nada más sé feliz con todo lo que tienes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.