domingo, 23 de diciembre de 2018

MOMENTOS VALUABLES

Casi siempre las fiestas de fin de año son una oportunidad para reunirnos en familia, para rescatar y valorar el tiempo de nuestras vidas, para pensar más en el amor y menos en las prisas del mundo; sé que a veces cometemos el error de cifrar la importancia que tienen nuestros seres queridos en costosos regalos que entregamos la noche buena o el día de navidad, creo que el verdadero regalo que  se puede dar es ese pedacito de nuestro corazón que ocupa cada uno de ellos.

Cada año reservo tiempo para decorar cada espacio que ocupo y por supuesto para armar y decorar mi árbol de navidad, pero desafortunadamente por razones ajenas a mi voluntad, este año no lo pude hacer en mis propios tiempos, pero me acomodé al tiempo que disponía para llevar adelante esas tareas, eso hizo que valore "mis momentos" favoritos. Cada año observaba mi"trabajo y esfuerzo" navideño y recordaba cada detalle, cada momento que pasé distrayéndome y relajándome en tiempos invaluables.

Este año, mientras colocaba los adornos a la prisa del tiempo que se acortaba; me pregunté ¿a cuántos momentos con nuestros seres queridos o en actividades que alimentan el alma les restamos importancia?. Finalmente decoré y armé mi árbol de navidad y quedó tan hermoso como cada año pero había algo distinto, mi gozo en el tiempo que invertí en hacerlo y es que fue tanta la prisa que no lo disfrute como me habría gustado.

Pienso que lo más valuable de estos tiempos son los momentos que compartimos con aquellos que amamos o con nosotros mismos, no son las cosas, no es el dinero lo que las vuelve valuables, son los momentos que se disfrutan, los que nos llenan de paz, no son los regalos que entregas, es el tiempo que pasaste buscando algo que le guste a cada persona que atesoras en el alma.

Valorar los tiempos de nuestra vida, los "momentos" que pasamos a veces desapercibidos, escondidos en la costumbre, en la rutina de los años, es lo que le da vida a nuestra alma, es lo que la alimenta y llena el corazón de una felicidad que no se puede comprar.

Mi propuesta este año, es que dejes de pensar en todo lo que tienes que hacer y aún te falta, que dejes de pensar en todos los regalos que aún te falta comprar y que empieces a disfrutar de cada momento que llena tu alma de gozo, de paz y de amor; después de todo este es el tiempo para reforzar los lazos de amor que  construiste con aquellos que te regalaron un pedazo de su corazón.

Creo que ese es el verdadero significado de estas fiestas, considero que el mejor regalo que puedes darle a Dios, es decirle en esos silencios que compartes con él, en los que el alma habla muy fuerte, que finalmente comprendiste que la vida es importante por todos esos momentos y esas personas que conforman tu felicidad.

Y mi deseo para ti esta navidad, es que puedas ver con absoluta claridad lo que tu corazón ya sabe desde hace mucho tiempo y que tengas el valor de actuar en conformidad con ello, después de todo la vida se nos pasa muy de prisa como para desperdiciarla en lo que no representa tu felicidad.





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