domingo, 23 de junio de 2019

NO SON LOS HECHOS, SON LAS PRESENCIAS

Son preciosos estos días de Junio, ¿verdad que si?, creo que todos los días son en verdad maravillosos pero estos días de junio en particular los disfruto mucho y es que sea por las vacaciones que algunas personas planifican por coincidir con el verano o por la fiesta de San Juan que se celebra en la noche más fria del año, lo que sí es seguro es que este tiempo dejará preciosos recuerdos en nuestras vidas.
Y quizá porque estos días estuve recordando precisamente las noches de San Juan que pase con toda mi familia que hoy quiero escribir sobre lo que descubrí paseando por mis recuerdos.

A veces las personas tendemos a ser un poquito exigentes, sobre todo con aquellos que nos rodean, esperamos que las cosas salgan de un modo determinado y cuando eso se aleja un poco de lo esperado, entonces nos enfadamos, conozco de sobra esta situación porque yo era una de ellas, y precisamente porque yo me contaba entre estas personas es que puedo asegurarte que normalmente se le exige más a aquellos que más amamos o que más nos aman.

La realidad es que como de costumbre actuamos de forma equivocada, porque le damos más valor a los hechos que a las presencias.
¿Te sorprendiste al leer esto?, no hay mucho misterio en ello; lo  que me di cuenta con los años pero mucho más aún, con los recuerdos; es que la vida no nos conforma en buena medida porque no sabemos disfrutarla incluso en las pequeñas cosas que suceden en el cotidiano vivir. Por ejemplo el hecho de que siempre hallemos algo que nos desconforma del trabajo final cuando pedimos que hagan algo. Es posible que tú no seas así, pero al menos conociste a alguien así.

Lo que realmente debemos recordar es que las personas somos un conjunto de defectos y virtudes, que oscilamos en el gris, no hay extremos aunque a veces lo pensemos!!. Más allá de ello sería bueno recordar de vez en cuando que quizá las cosas no salgan exactamente como lo esperamos pero definitivamente el tiempo de las personas que están ahí para realizarlas es limitado.

No son los hechos una vez más; son las presencias, porque el solo hecho de que estén junto a tí, probablemente peleando la vida al igual que tú es lo que realmente es valuable y es que indudablemente un día su tiempo también terminará.

Ser consciente de esto, me ha llevado a ser una persona más feliz, porque ahora río más y me enfado menos, porque estoy empezando a valorar a quienes están ahí apoyándome sin que yo se los pida, porque  la verdad detrás de este "apoyo" incondicional es su cariño y creo que ese es el mayor tesoro que se puede tener. 
Más allá de ello qué importa que "el mundo" este ligeramente inclinado a la izquierda cuando tú lo querías a la derecha, lo cierto es que indudablemente habrá alguien a tu lado para reírse contigo por ello.

Recuerda esto la próxima vez que quieras enfadarte con alguien solo porque las cosas no están como tú quieres, la vida se esconde en las pequeñas cosas que nos perdemos todos los días por esperar siempre algo distinto a lo que tenemos.

"Jugamos con la vida y perdimos"
(François Truffaut)



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