sábado, 21 de noviembre de 2020

DOS CAMINOS

¿Alguna vez has pensado que de haber podido regresar a un determinado tiempo de tu vida, harías todo completamente diferente?, este es un pensamiento muy recurrente en las personas, porque la mirada del pasado desde un presente en el que somos completamente distintos, ofrece una absoluta claridad. Lo primero que puedo decirte, es que la probabilidad de que pensemos en nuestro pasado y lleguemos a la conclusión de que pudimos hacer las cosas de una forma diferente, es la clara y absoluta señal de que fue precisamente ese o esos tiempos los que definieron y formaron a las personas que somos hoy.

Las lecciones aprendidas de tu pasado te ubican frente a dos caminos: Tú puedes lamentar el no haber hecho las cosas de una forma distinta o tú puedes ver la persona que eres hoy y sentir gratitud por las lecciones aprendidas. Sea cual sea el camino que elijas, el pasado seguirá donde esta.

Creo que las lecciones más duras son las que nos conducen a ser mejores personas y no se trata de una escuela masoquista, esto tiene mucho que ver con la evolución de tu alma. El proceso del aprendizaje siempre inicia desde los conocimientos más básicos y a medida que uno va avanzando los conocimientos se van haciendo más complejos. En un proceso de aprendizaje científico verás con absoluta claridad esto, pero la vida también es un proceso de aprendizaje, a medida que avanzamos las lecciones se irán haciendo cada vez más difíciles, lo que no necesariamente implica que este proceso deje heridas profundas en el alma, esta posible consecuencia tiene mucho que ver con tú elección del camino que vas a seguir.

Los tiempos de Dios son perfectos, probablemente hayas escuchado decir esto antes o lo hayas leído en alguna publicación que realicé antes, pero antes de continuar bajo la luz de este razonamiento, me gustaría decirte que sea cual sea la fe que profeses o que no lo hagas inclusive. Todo tiene su tiempo. 

No creo estar en la posición de decir que en el camino de la fe, yo ya lo haya conocido y aprendido todo, más por el contrario creo que apenas he llegado a conocer lo necesario, me queda claro que hay un infinito cúmulo de conocimientos que aún deben ser aprendidos, pero este aspecto del tiempo es algo que ha conseguido reconciliarme con capítulos de mi vida, en los que sentí que me estrellaba con una pared. Si tú alguna vez buscaste por todos los medios la realización de algo que era importante para ti y nunca pudiste verlo como una realidad, puedes comprender lo que trato de decirte.

Primero que nada, déjame decirte que creo absolutamente que nadie que haya peleado y haya dado lo mejor de sí, puede decir que ha perdido, te digo esto porque para muchas personas, ganar es muy importante, la frustración y derrota, la sensación de fracaso que sobreviene al tiempo "perdido" después de haber intentado que algo salga adelante, bien puede llevarnos a un escenario del que cada día sea más difícil salir.

Pensar que los tiempos de Dios son perfectos, es reconocer que todo tiene un tiempo y que no haber conseguido lo que uno quería no necesariamente significa que ha perdido o ha fracaso, solo significa que se quería recorrer un camino que no iba a llevar a ningún lado. Con el tiempo he aprendido a reconocer que la peor forma de enfrentar una situación adversa, es albergando la amargura o la tristeza.

Todo, absolutamente todo en tu vida esta como debe estar, ¿cómo te hace sentir esto?, comprendo si lo primero que has pensado es que nos es así. También yo he atravesado por tiempos en los que me ha sido difícil comprender que este sucediendo algo bueno, pero con la claridad que nos da el tiempo, pude ver que realmente era así.

Si fuéramos capaces de comprender esto, podríamos ser capaces de albergar la suficiente paz en el corazón como para saber que hay un tiempo de aprendizaje y otro de poner en práctica lo aprendido. Puedo decirte con absoluta seguridad que no serías la persona que eres hoy si no hubieras vivido todo lo que has vivido y esto no implica que sea una mejor o peor persona, solo significa que de un tiempo de aprendizaje uno jamás sale siendo el mismo. He aquí el misterio de los dos caminos que el pasado pone delante de ti.

Las personas siempre nos quejamos de no poder elegir lo que el futuro nos depara, la sensación de que estamos como bagatelas al viento llevadas por una suerte de destino, nos crea una sensación de inseguridad e inestabilidad pero es bueno saber que no es así. Quizá nunca sepas lo que el futuro traerá consigo, pero sí que puedes elegir cómo enfrentar lo que venga, saber que todo tiempo es perfecto y que todo lo que pasa es para bien, son dos armas que te ayudarán a seguir con la mirada en alto y el alma fortalecida.





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