sábado, 28 de noviembre de 2020

¿Y SI TODO FUERA POSIBLE?



Quiero hacerte la siguiente pregunta: ¿Qué estarías haciendo si todo lo imposible fuera posible?. No me gusta pensar en la imposibilidad de las cosas, pero la palabra "imposible" ha cortado más sueños de lo que nos gustaría reconocer. Personalmente creo que el buen uso de del lenguaje, enriquece mucho a una persona pero considero que hay algunas palabras que a veces es mejor no utilizar con ligereza o con asiduidad. Una de ellas es precisamente la que acabas de leer líneas arriba. 

Si comprendiéramos la importancia que tienen las palabras en nuestra mente elegiríamos con mucho cuidado aquellas que incluimos en nuestro diario vivir. Pensar en la imposibilidad de las cosas hace que aparezca otra pregunta en el horizonte de mis pensamientos. ¿Alguna vez has sentido que estás viviendo la vida de alguien más?. 

Dar respuesta a esta pregunta de una forma afirmativa, nos lleva directamente a preguntarnos ¿cómo sería nuestra vida si la viviéramos como quisiéramos?, ésta última pregunta en particular nos deja pensando en la libertad de acción que tenemos o al menos aquella con la cual deberíamos vivir, pero hacer un buen uso de "nuestra libertad" implica ser responsables y esa responsabilidad empieza con uno mismo. 

No se puede decir que estamos viviendo la vida que queremos, no la que soñamos, la que queremos; implica que estamos siendo fieles a nuestra propia forma de pensar y de actuar, que nuestra forma de pensar ha de cambiar o se ha de reafirmar de acuerdo a nuestras propias experiencias, nadie puede vivir tu vida más que tú mismo. 

A partir de esto, me gustaría que pienses que habrán determinadas cosas que quizá no alcances nunca y no porque sea imposible es más bien porque no tienen que estar en tu camino. 

¿Escuchaste decir que la vida es solo un viaje?, y como en cada viaje que habrás realizado, organizas tu valija con todo aquello precisarás en el lugar al cual te diriges. 

Para realizar este gran viaje llamado vida, tú también lo hiciste con una valija en la que llevas todo aquello que precisas, solo que esta valija estará llena de experiencias, de lecciones, de errores y aciertos, DE VIVENCIAS!!. También iras colocando nuevas adquisiciones traducidas en nuevos conocimientos. 

¿Ahora comprendes por qué no me gusta pensar en la imposibilidad de las cosas?, porque pensar en ello es tener que aceptar que hay algo que no vamos a poder hacer por mucho que lo intentemos y eso no es necesariamente cierto. Reconocer que hay caminos que no tenemos que recorrer porque no nos llevarán a donde queremos o debemos ir es un pensamiento más adecuado. 

Creo que sin la magia del amor, nada sería posible, tener una mirada objetiva de nosotros mismos es muy bueno, pero si a esa objetividad le añadimos una mirada amorosa sería mucho mejor, porque a partir de allí podemos desandar caminos que no tienen otro propósito más que agotarnos, desesperanzarnos o amargarnos. 

Iniciamos este viaje llamado vida, sin una ruta o un plan diseñado, pero sabemos a dónde tenemos que llegar aunque ahora mismo te parezca que acabo de decirte una contradicción. 

La ruta de nuestra vida nos la marcan nuestros sueños, esos que de tiempo en tiempo aparecen en nuestra mente e iluminan nuestra alma con solo imaginarlos, la vida no está muy lejos de ellos y lo tienes que saber por la emoción que te produce la sola idea de verlos realizados. No detengas tu camino solo porque consideres que son imposibles o porque alguien te lo dijo. Tú intenta, intenta con todas tus fuerzas, que jamás sabrás si era posible o no, sin antes intentarlo y si al final te das cuenta que por mucho que lo intentaste no conseguiste nada, continua tu camino que no habrá sido porque es era imposible se tratará solo de algo que no estaba en tu camino y de todas formas habrás aprendido un cúmulo de experiencias que te enriquecerán como persona y esas sí que estaban en tu camino.

Animo, ya llegamos a adviento!!, celebra tus días, es maravilloso que estés vivo!!



 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.