sábado, 20 de febrero de 2021

UN CAMINO DE OLVIDOS Y RECUERDOS

“Dos peces jóvenes nadaban por el mar cuando se cruzaron con otro pez más viejo que lo hacía en sentido opuesto. Cuando se alcanzaron, el pez mayor preguntó a los jóvenes: – Buenos días. ¿Cómo está hoy el agua? – Los más jóvenes no le contestaron de inmediato y siguieron su camino. Al cabo de un rato uno de ellos se volvió hacia el otro y le preguntó: – ¿Qué es eso del agua?”.

He estado pensando sobre el mensaje de esta historia de David Foster para poder explicarte lo que quiero compartir contigo esta semana. Creo que se hace necesario despertar a las cosas que le dan vida al alma, estamos rodeados de ellas pero simplemente ya no somos capaces de verlas o no las vemos claramente.
Buscamos nuestro bienestar de la forma equivocada y sinceramente creo que lo hacemos desde muy jóvenes. Supeditamos la felicidad a todo aquello que pensamos conseguir o lograr cuando en realidad ya tenemos elementos para ser felices, para alcanzar ese "bienestar" al que aspiramos.

Es curiosa ver la manera en que construimos cosas con esa finalidad, formamos una familia pero somos incapaces de construir un hogar, compramos una casa pero no tenemos tiempo para disfrutarla, vamos todos los días a muchos lugares pero no somos capaces de disfrutar el recorrido.
Esta aparente ceguera o incapacidad no es culpa nuestra en su totalidad, porque desde muy jóvenes pasamos a formar parte de una larga cadena de personas que han llenado sus días con tareas que deben llevar adelante solo porque "deben" hacerlo.

El "deber" nos ha quitado la suficiente claridad para ver que antes que nada uno "debe ser feliz" y esto sucede en tiempo presente, no es algo que llegará en algún momento, pero para poder darnos cuenta de ello, hace falta recorrer un largo camino para olvidar y recordar.
¿Te parece una contradicción?, déjame que te explique; lo que quiero decirte es que para poder apreciar que estamos vivos hace falta que nos demos cuenta que estamos vivos, que olvidemos las prisas, que olvidemos las "conveniencias", los "contratos", los "puestos"; en fin una larga cadena de etiquetas que al final lo que han hecho es eso, precisamente eso, encadenar nuestra libertad de elección, muestra libertad para utilizar NUESTRO PROPIO TIEMPO.

En cambio tenemos que re aprender lo que ya sabíamos en nuestros primero años, empezar a recuperar el tiempo en las cosas que realmente importan, hay que re aprender a disfrutar. Trabajar sí, por supuesto,  pero sin arriesgar la felicidad. Re aprender a conocer a las personas por lo que son y no por cómo se ven. Las largas conversaciones dejan ver la belleza del alma, pero hoy ya casi nadie tiene tiempo tiempo para ello, o simplemente participan de ellas con la mente llena de tantas "preocupaciones" que  difícilmente prestan atención a lo que escuchan. ¿Cómo poder descubrir lo que dice una sola mirada?.

Dios nos ha hecho  seres humanos llenos de vida, ¡¡nos ha rodeado de ella!!, ¿no te parece que sería lindo que empieces a verla tal cual es?. Uno no espera a ser feliz, uno simplemente lo es.











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