sábado, 31 de julio de 2021

LA FELICIDAD QUE SENTISTE ENTONCES

En estos días he estado recordando diferentes momentos de mi vida. Es curioso cómo se ven las cosas con el tiempo, uno las recuerda tan diferentes a cómo las vivió. Sí, es cierto y se ha dicho muchas veces que uno va aprendiendo con los años y que con absoluta seguridad habría hecho las cosas muy diferentes con todo lo que sabe en el presente pero también es cierto que hay mucha más magia escondida en el pasado que lo que uno recuerda haber vivido. Hay mucho que hubiéramos corregido pero también hay muchísimo que se vivió con felicidad y uno ni se dio cuenta.

Como te di dije, hace unos días, sin proponérmelo siquiera, recordé que hace ya varios años, cerca de navidad, encontré una tienda con varios adornos navideños. Amante de la navidad como soy hasta el día de hoy, entré para ver la variedad de adornos que tenía con la finalidad de regresar y comprar el que me gustara. Iba de camino a otro lugar y ciertamente no disponía de tiempo pero entre de todas maneras. Me sorprendí al ver que esta tienda tenía magníficos arlequines!!, confieso que siempre me gustaron, de manera que empecé a ver cada uno de ellos como un niño en una tienda de dulces y por supuesto hallé el que quería, salí de la tienda haciéndome la promesa de regresar por él, pero por una razón y otra no pude regresar pronto. Un día, de tantos quedé de reunirme con mi papá cerca de la tienda y él me sorprende diciéndome que quería regalarme el arlequín que tanto me gusto y que le llevara a la tienda, obvio que lo llevé pero por desgracia, el que elegí ya había sido vendido, al ver mi desaliento mi papá quiso comprar otro, pero yo no acepté. Al final mi papá me invitó a tomar un helado y luego regresó a su trabajo. 

Con los años, ese recuerdo siempre viene a mi mente, en distintas épocas y siempre me deja la misma lección: Aquel día en particular, el verdadero regalo fue su deseo de verme feliz. No son las cosas, no es el dinero, son los momentos, es el cariño que ves en la mirada de aquellos que te aman. Y tuve la fortuna de comprenderlo nuevamente cuando en la última navidad que pasó mi papá, le regalé una radio del mismo modelo que a él se le había arruinado. Le gustaba mucho escuchar la música de su tiempo y tenía una gran colección de cds. La radio que le obsequié tenía además de un reproductor de cds, otro tipo de tecnología para reproducir música de una forma más moderna y realmente me había propuesto enseñarle a usarla con el tiempo, pero esa radio la usó solo un par de días antes de fallecer. Sin embargo, lo que recuerdo, es la felicidad en su mirada cuando se la entregué, entonces yo no sabía, pero esa felicidad fue el verdadero regalo que le entregué, aún me hace feliz recordar su reacción cuando la vio.

La vida se va construyendo de pequeños momentos, tú eliges si con el tiempo esos "pequeños" momentos van a dejarte felicidad. ¿Sabes?, esta bien que obtengas todo aquello con lo cual siempre soñaste, nada más no pierdas de vista cuál es el verdadero valor de todo aquello que haces y que va formando parte de tus días.
Se dice con mucha facilidad que vivir es fácil, creo sin lugar a dudas que es verdad, lo que realmente resulta difícil, es comprender que esa "facilidad" se esconde en las "pequeñas" cosas, en los "pequeños" momentos. 

Procura caminar con una mirada simple para que no pierdas de vista aquello que realmente constituye tu felicidad. Procura atesorar recuerdos que al regresar a tu mente aviven la magia de aquellos tiempos y te devuelvan un poquito de la felicidad que sentiste entonces.



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