sábado, 17 de julio de 2021

LA MIRADA DEL ALMA

¿Quién puede decir que no ha pasado por momentos difíciles en la vida?, por lo menos yo no he conocido una sola persona "así de afortunada", pienso que jamás lo haré y no es por pesimismo, es más bien, porque considero que la verdadera fortuna es atravesar las dificultades y salir con el espíritu a flote de ellas, he ahí la verdadera fortuna. De estas personas he conocido algunas y eso ya es mucho para mí.

A las personas les gusta medir sus éxitos en función a las cosas que han obtenido (fortunas, puestos de trabajo importantes, etc.), en cambio hablan muy poco de sus fracasos cuando son éstos en verdad los que hablan de sus logros personales, de sus logros interiores, pero es tan poca la importancia que se le da al mundo interior, sencillamente porque creemos equivocadamente que nadie lo ve.

Sin embargo, este mundo interior sí que se ve, a simple vista y en los detalles más simples. La belleza del alma sale a flote en el brillo de la mirada, a las personas que poseen un alma saludable se las reconoce por el brillo de sus miradas. Ese tipo de belleza que no se maquilla. Hasta ahora he visto una sola persona con una mirada así. En cambio he visto muchas personas que sonríen con una gran tristeza en sus miradas, he visto personas que hablan sobre la honestidad y actúan de manera muy diferente.

Vivimos vidas tan agitadas, que se nos olvida que cada uno de nuestros días construye nuestra historia, una que hablará muy fuerte de nosotros cuando ya no estemos. Honestamente, no soy de las personas que piense mucho en el "éxito", al menos no de la forma en que los demás evalúan esa palabra. Me gusta pensar en mis errores y mis fracasos, porque ellos me indican el camino que no debo seguir, porque ellos van construyendo la ruta de mi felicidad, porque cuando evalúo mis fracasos me doy cuenta de todo aquello que me aleja de mi camino.

En mi opinión, una persona que ha sabido salir adelante de cada adversidad, que ha sabido corregir sus errores o aprender de cada uno de ellos, sin que la amargura o el rencor dañen su alma, es una persona "exitosa". El mundo está tan lejos de ello, aunque por una sola persona que aún viva de esa manera, que sonría también con la mirada, se puede confiar, porque aún hay esperanza. 

Quizá te preguntes ¿cómo se puede lograr esto?, no se trata de una cualidad que le corresponde solo a un grupo "privilegiado" de personas. Se trata simplemente de empezar a perdonarse por las equivocaciones, se trata de aceptar que las adversidades en realidad solo son lecciones y que al final de cada una de ellas, saldremos más fuertes y si hemos aprendido correctamente la lección saldremos más sabios. Una persona que ha salido con el espíritu a flote de cada dificultad, no le teme a la vejez, porque en ella se pone de manifiesto la belleza que confiere la sabiduría.

No son los años los que cuentan, son la forma en que los hemos vivido lo que realmente importa. A estas alturas, quisiera decirte que comprender lo que trato de decirte es muy sencillo, pero no es así; porque mucho tiempo de nuestros vidas han transcurrido y transcurren en un mundo lleno de falsedades y apariencias, porque mucho tiempo de nuestras vidas hemos ignorado la mirada de alma.

Hay un mundo maravilloso aguardando por ti, uno que se te presenta todos los días, incluso en aquellos en que piensas que todo esta gris, pero como todo lo que se aprende, requiere práctica, principalmente requiere de mucha voluntad.







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