En las últimas semanas, he estado recordando muchos eventos de mi pasado. RECORDAR es una palabra que no siempre es bienvenida. Por alguna razón, hemos adquirido la mala costumbre de hacer que la tristeza more en nuestro pasado. Admiro a las personas que no lo hacen, creo que parte de vivir con sabiduría es saber que hay un tiempo en el que inevitablemente la tristeza se instalará en nuestro corazón y que este tiempo no debe durar toda la vida. Solemos perder demasiado tiempo en cosas sin importancia, a las que por alguna razón les damos demasiada importancia.
Como te dije al principio, en las últimas semanas he estado recordando hechos a los cuales les dí demasiada importancia, hechos que robaron mi paz, que instalaron en mi alma intranquilidad y preocupación, pero sobre todo; recordé todas las ocasiones en las que "contagié" el mismo malestar a quienes tenía cerca, pensando equivocadamente que "mi forma de ver" una situación determinada era la verdad y la única verdad. ¿Ya te diste cuenta cuántas veces jugamos a ser Dioses?.
Lo cierto es que todos y cada uno tenemos y me atrevería a decir que tendremos nuestra propia forma de ver la vida y en definitiva ninguna de ellas estará "bien" o estará "mal". La vida no transcurre entre blanco y el negro, entre lo que esta bien y lo que esta mal; aunque hayan hechos en los cuales no es difícil establecer la diferencia. Sin embargo, la vida transcurre en una escala de claroscuros, porque se va tejiendo de vivencias, de lecciones aprendidas y esto siempre ha de ser una experiencia personal.
Recordando, me dí cuenta que desperdicié demasiado tiempo de mi vida, alimentando fantasmas que solo existían en mi mente. Escenarios que construía en torno a mis temores. Jamás los vi materializados, porque el futuro no era algo que me pertenecía, porque entonces desconocía que lo único que realmente me pertenecía eran mis días presentes.
Sé que por ahí hay personas "tóxicas" y lo sé porque yo también fuí una de ellas, hasta que llegué al día en me hice una sola pregunta: ¿Me hace feliz pensar de esta manera?.
Me hice esta pregunta, porque cada vez que veía a una persona tratando de mantener la esperanza a flote en una situación sobre la cual yo creía tener la certeza de que no acabaría bien, lo que hacía era explicarle todas las razones por las cuales esa "situación" no acabaría bien y honestamente recuerdo con pesar que a muchas de ellas contagié mi pesimismo. Pero lo cierto es que "mi opinión" no era la verdad absoluta, porque por encima de mi, estaba Dios, el verdadero dueño de nuestros días. Yo siempre me he considerado una persona que cree en Dios, pero mi relación con él y mi conocimiento sobre su amor, han pasado por muchísimas etapas, incluso hoy aún voy aprendiendo!!.
Ahora sé que la opinión de los demás, no son la verdad absoluta, que algunos días estarán llenos de luz, mientras que otros serán grises; pero que nadie, absolutamente nadie puede quitarte la esperanza, la alegría y el optimismo; porque esos son regalos de Dios y tu paz es algo que te pertenece solo a tí.
Hoy quise escribirte a tí; que posiblemente estas enfrentando tus propias luchas y estas aprendiendo a conocer a Dios, que has conocido ya su inmenso amor y te has sentido abrazado por él, en todas esas ocasiones en las que has sido feliz. Hoy, vine aquí para decirte que no importa lo que estés haciendo, dónde te encuentres, o quién estés mañana; no hay razón para alimentar el temor o la duda, porque Dos estará contigo. Quizá no tengamos certeza del futuro y lo desconozcamos todo acerca de él, pero puedes tener la certeza absoluta de que Dios estará allí contigo.
No dejes que nadie te robe la paz y la alegría con la que debes vivir; piensa que las personas somos libres, también para dar nuestra opinión, pero jamás dejes de preguntarte: ¿esto que estoy escuchando o que estoy pensando, me hace bien?, porque si no es así, tienes todo el derecho para ignorarlo o cambiar la dirección de tus pensamientos.
Tenemos el poder de construir nuestra vida, exactamente como la imaginamos un día
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