domingo, 10 de octubre de 2021

CELEBRA LA VIDA HOY

El tiempo que dedico a caminar, es realmente el mejor de mis días; me gusta mucho porque puedo aclarar mis pensamientos y serenar mi alma. He tenido además la oportunidad de compartir una más que agradable conversación con una de mis más grandes amistades. 
Normalmente nuestras conversaciones giran en torno a temas casuales, pero de algún modo ayer; la conversación giró en torno a la religión. Esta amistad me relataba sobre un documental que había visto, acerca del fin del mundo, y que en él; se hacia referencia a "refugios" que serían creados. No sé exactamente qué pienses acerca de esto; pero déjame decirte qué es lo que pensé: Creo que jamás hemos estado muy conscientes del inmenso poder que tenemos como personas y la capacidad que poseemos para transformar algo "malo" en algo bueno.
Lo cierto es que ignoro si el fin de los tiempos llegará o quizá algunos puedan decir que ya estamos en ellos. Lo que sí puedo decir con absoluta sinceridad, es que las cosas se viven siempre en tiempo presente. Hoy tenemos la posibilidad de vivir, hoy podemos hacer que alguien se sienta mejor, hoy cada uno de nosotros puede ser un refugio para alguien más.

Si Dios hubiera querido que vivamos en el futuro, nos habría dado la capacidad de predecir lo que vendrá; por lo tanto; es en este tiempo que podemos empezar a construir verdaderos lazos con aquellos que Dios ha puesto en nuestro camino aunque no los tengamos cerca. Es en este maravilloso presente, lleno de alegrías, de esperanzas o de lecciones que cada uno de nosotros puede transformar su propio mundo.

Recuerda que si queremos que algo cambie realmente, debemos empezar por ver cuál es la medida en que estamos aportando para que eso suceda. No creo que deba preocuparnos el "fin del mundo" porque de hecho ni siquiera sabemos si llegaremos a él, tal como imaginamos que pasará. Debe preocuparnos el tiempo que tenemos en nuestras manos y lo que somos capaces de hacer con él para transmitir bienestar a quien esta a nuestro lado o a quien llevamos en el corazón a pesar de no tenerlo cerca.

Son nuestras vidas las que pueden construir puentes y aunque realmente no me gusta decirlo, también podemos levantar enormes muros. Piensa al menos que tú puedes llenar de esperanza la vida de alguien más, con solo decirle que todo va a estar bien, con solo acompañarle en algún momento de necesidad e incluso con solo compartir tus momentos de felicidad.

No, no creo que construir un refugio, en el sentido literal de la expresión, pueda ayudar a nadie, si primero no somos capaces de limpiar nuestras casas por dentro. Piensa que hoy tú puedes ser el puente que acorte la distancia entre dos personas, que quizá en tus palabras se esconda el consuelo que alguien necesite, o que tu esperanza sea el primer paso para que alguien siga adelante.

Creo que se necesita mucho valor para ponerse de pie y seguir adelante cuando se ha tenido una caída, pero se necesita el doble de valor para vivir y actuar con honestidad, empezando por uno mismo. 











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