domingo, 6 de febrero de 2022

VIVIR ES LO QUE CUENTA

He estado conversando con una persona acerca del temor. Creo que muy pocos alcanzamos a darnos cuenta del gigantesco efecto que éste tiene en nuestro bienestar emocional. 
Como siempre he dicho desde que comencé a compartir este espacio contigo: La atención que se le brinda a nuestra salud emocional en nuestros días es muy escasa y por tanto se le resta importancia..... creo que con el temor hacemos lo mismo.

Primero que nada, déjame decirte que todas nuestras emociones son necesarias en algún grado, pero como todo, debemos saber manejarlas en un sano equilibrio. El temor no esta fuera de ello, porque el temor es útil para mantenernos alerta ante una amenaza, lo que nos lleva a mantener nuestros sentidos despiertos para enfrentar dicha amenaza pero ¿qué pasa cuando el temor esta en nuestra mente?.

¿Por qué te explico esto?, porque creo que es importante que durante este tiempo nos mullamos de las mayores herramientas posibles para poder salir adelante y sentirnos bien. 
Ahora bien, cuando el miedo esta en nuestra mente y crece con cada pensamiento que elaboramos, empezamos a alimentar un cierto tipo de estrés que se conoce como Dístres, que afecta a nuestra salud emocional, porque cuando estamos frente a un temor real, podemos llevar adelante las acciones que nos harán enfrentarlo, pero ante un temor potencial, lo único que estamos haciendo es afectar nuestra salud emocional, y es que no podemos tomar una acción real, porque no existe ninguna situación real a la cual debamos temer.

Creo que poder diferenciar ambos tipos de temor, no solo nos servirá para reducir el estrés que sentimos al pensar que podríamos enfermar, sino también para enfrentar muchos otros escenarios sobre los cuales creemos no tener ningún tipo de control.

El mundo de las emociones es maravilloso!!!, porque en definitiva nos conduce a mejorar sustancialmente nuestra calidad de vida y esto supone poder disfrutar de la cotidianidad de nuestros días: Salir a pasear, ir al cine, sentarnos en un parque, conversar con algunos amigos, incluso llegar a casa y poder conversar con la pareja o la familia sobre los sucesos de nuestro día. Todo ello, dejando de lado todas las situaciones adversas que estuvieron vivas en nuestra mente, para las cuales nos preparamos, estresándonos sin razón alguna.

Puede que ahora te parezca un poco exagerado pero creo que a veces nos cuidamos más de lo que deberíamos y olvidamos que vivir es lo que cuenta. Podemos cuidarnos y vivir en el proceso, porque al final del día, serán todas aquellas cosas que nos hicieron sentir vivos las que dejarán huella en nuestra mente y en nuestra salud emocional.

Procura recordar que a veces alimentamos fantasmas que existen solo en nuestra mente y nos roban nuestra felicidad, nuestra calidad de vida y nuestra tranquilidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.