Hace algunas semanas, una de mis mejores amigas, viajó a Nueva York, recuerdo que hice una lista de pequeños souvenirs que quería que me trajera de la "gran manzana" y aunque ninguna de las cosas que puse en mi lista llegó, me trajo un souvenir magnífico; algo que jamás había imaginado y que lleno de alegría mi corazón.
Todo empieza siempre con una decisión, te digo esto; porque es uno el que se permite ser feliz; es uno el que decide aceptar ser feliz con las cosas que tiene o por el contrario, es uno el que decide no serlo y quedarse pensando en todas aquellas cosas que considera son su felicidad.
¿Nunca te pasó que por quedarte mirando a lo lejos, perdiste de vista aquello que tenías a solo unos pasos?; con la vida y la felicidad nos pasa exactamente lo mismo. Sufrimos de algún tipo de ceguera que nos impide ver todo aquello que tenemos a nuestro alcance y que nos hace inmensamente felices.
Desde hace algún tiempo que he puesto en práctica el ejercicio de poner mi atención en las cosas que vivo cada día, en las personas que forman parte de cada día y en los momentos de alegría y felicidad que atesoro cada día. Desde entonces, me he sorprendido gratamente, no solo he podido disfrutar más de la compañía de aquellos a quienes tengo cerca de mí, sino que también he sentido gratitud por la cantidad de personas, cosas y momentos que representan mi felicidad.
Sin embargo, yo jamás habría podido ver con tal claridad esto que acabo de decirte, sí primero no hubiera tomado la decisión de enfocar mi atención en todo ello.
Cuando te sientas tentado a alimentar la queja y el descontento, recuerda que muy posiblemente tú estás decidiendo pasar tu tiempo de esa manera.
Son las decisiones que tomamos todos los días las que a la postre conforman nuestro bienestar o nuestro malestar. La frase "uno decide ser feliz", no es un conjunto de palabras que te cansaste de escuchar, es una realidad. Tenemos siempre ante nosotros dos caminos, depende de ti, cuál de ellos eliges cada día.
"No tengas miedo de avanzar despacio, ten miedo de quedarte quieto"
(Proverbio Chino)
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