domingo, 24 de julio de 2022

LA VIDA NO SE PUEDE FINGIR

Entre más personas conozco, tengo mayor convencimiento de que la vida se vive a momentos y por tanto la felicidad también. Siento gratitud por aquellas personas que comparten esos momentos con los demás; porque en ellos también se solaza el alma y puedes ver cuán saludables están sus almas.

¿Sabes por qué la risa de un niño es contagiosa?, porque es sincera; es difícil no terminar riendo junto a un niño porque su alma expresa la alegría con la mayor naturalidad, sin caretas, sin falsas apariencias. Del mismo modo, ver a una persona triste, nos afecta porque su tristeza en sincera, porque en ese momento su alma se ha teñido de tristeza y la tuya lo sabe, y no puedes hacer más que acompañarla del mismo modo.

Hasta ahora, he conocido muy pocas personas que me han contagiado su alegría como lo hacen los niños, pero sí he conocido muchas a las que he acompañado en su tristeza; sé por experiencia que la vida no se finge, como la mayoría lo cree.

Uno no puede ocultar lo que siente, porque las miradas delatan, más allá de las apariencias, son las cosas que salen del alma las que cuentan cómo estamos, jamás creas lo contrario.

Esta semana por fin he podido ir a visitar a una de mis mejores amigas, siempre que lo hago, disfruto tanto de su conversación, porque nos permitimos hablar con sinceridad, sin falsedades; las cosas que se hacen con franqueza, con honestidad, con sinceridad son las que calan hondo en el alma, son las que realmente se disfrutan; porque el alma advierte a quien se oculta tras la careta de la falsedad y se protege de ella. ¿Realmente tendrías necesidad de disimular u ocultar algo que esta bien?

De ahí que la primera persona que pierde la oportunidad de construir relaciones sanas, es aquella que prefiere utilizar una careta para presentarse ante los demás. Una vez leí lo siguiente:

"Serás todo lo guapa que quieras, pero dime: si el mundo fuera ciego ¿a cuánta gente impresionarías?"
(Joaquin Sabina)

¿No es más fácil presentarte al mundo, tú mundo, con la magnífica sencillez de la cual estás hecho?, con la preocupación de engalanar tu alma antes que tu aspecto. El verdadero conflicto surge cuando tú no eres capaz de ver tu verdadero valor, en el que reside en todo aquello que brilla en tu interior.

Sabes, todo se hace más vivo a la luz de la verdad, de la sinceridad y de la honestidad, no por nada todos ellos son considerados VALORES y con ellos vives tus días. Nada se puede fingir en la vida, porque así él único que pierde eres tú y recuerda que por mucho esfuerzo que uno realice, al final la verdad siempre sale a la luz.





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