domingo, 14 de agosto de 2022

LA MIRADA BORROSA DEL ALMA

El proceso de la escritura puede ser sencillo como complejo, como escritores, sabemos que es vasto el mundo que podemos crear a travez  de la propia imaginación con un toque de realidad. La vida no esta muy lejos de ello, por eso me gusta decir que cada uno de nosotros vamos escribiendo nuestras historias en cada uno de esos maravillosos días que se nos presentan como páginas en blanco. ¿No es maravilloso pensar que somos quienes creamos nuestra historia?

¿Qué sucedería si el autor se dedicara a escribir sobre su propia realidad?, ¿qué pasaría si cada una de sus obras reflejaran solo la realidad que vive? Si una historia no cuenta con ese gran "toque" de fantasía; lo único a lo que nos estaríamos resumiendo, es a llevar un diario, en el que escribiríamos el mundo "imaginario" que creamos desde nuestra propia concepción de los hechos.
Al escribir una historia, el autor se permite la licencia de imaginar mundos y personajes que matizan la historia en un escenario ficticio, lo que en definitiva ¿no se puede hacer en la vida real?.

¿Te parece extraño que te lo pregunte?, lo más lógico es que nadie en absoluto pueda discutirte lo que ves en tu vida "realmente" pero quizá te sorprenda saber que tú y cada uno de nosotros recreamos la ficción con la misma naturalidad con la que lo haría un escritor.

Sucede que con frecuencia hilamos nuestras vivencias y nuestros recuerdos con aquellas experiencias que elegimos y las más de las veces, éstas están construidas desde una concepción matizada con un cúmulo de aspectos internos, esto sucede tan hábilmente que pasa de un modo inadvertido en nuestra mente.

Tenemos la mala costumbre de ver las cosas desde nuestra propia "limitación". Nos limitan los complejos, las frustraciones, los "fracasos", los temores, etc. De pronto una simple conversación adquiere una connotación diferente en nuestra mente. La mayor parte del tiempo mal interpretamos lo que escuchamos, lo que vemos e incluso lo que vivimos!!, porque juzgamos cada cosa con la mirada borrosa del alma.

¿Qué quiero decirte con esto?, que las más de las veces nuestra alma esta enferma de todas las pequeñeces de una existencia que apenas esta aprendiendo a ver la vida con una mirada propia. Las personas sueles enfermarse de "realidad", pero de aquella que se cuentan todos los días y que les hace perder el brillo propio de sus DIAS.

Hace muy poco una persona que esta más que bien económicamente se quejaba sobre su necesidad de buscar un negocio que le genere un ingreso lucrativo, me miro y me dijo "sabes, necesito tener más dinero" a lo que yo le respondí: "no necesitas más dinero, necesitas más fe". Por supuesto no comprendió lo que le dije.

A las cosas del alma, hay que delegarles aquellas tareas que le corresponden. Hasta donde sé, no existe un lugar donde se pueda comprar la alegría, o la esperanza e incluso la propia felicidad, todas ellas corresponden a los terrenos de ese mundo interior, y es en él donde conseguirás el bienestar que estás buscando.


"No vayas a creer lo que te cuentan del mundo, ya te dije que el mundo es incontable"
(Mario Benedetti)




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