domingo, 21 de agosto de 2022

LO MEJOR DE CADA DIA

Creo que si fuéramos conscientes de todas las bendiciones que gozamos, nos quejaríamos menos, pero; esto como siempre tiene que ver con una verdadera transformación mental. No somos culpables del todo, pues la mayoría de los esquemas mentales que hoy alimentamos con gran maestría, lo creamos o no, los hemos adquirido desde la infancia. Nuestros padres nos transmitieron lo que su vez ellos heredaron.
Sin embargo, vale mucho la pena intentar alimentar una nueva forma de pensar; una que haga que nuestra atención se centre en todas las cosas, grandes o pequeñas que forman parte de  nuestro bienestar y por tanto de nuestra felicidad.

El verdadero regalo nunca esta en el paquete, sino en las manos de quien lo entrega

Para poder apreciar aquello que nos rodea y por tanto darle el valor que se merece, hace falta ver todo con una mirada renovada. 
Hoy me sorprendí con un hermoso pájaro de color amarillo, que se posó junto a mi ventana en el momento justo en que yo desayunaba, lo observé y acepté su compañía con la mayor gratitud, no consideré necesario tomar una fotografía, porque grabé el momento entre mis más gratos recuerdos.

La vida y todo lo que de hermoso ella nos ofrece, nos puede estar aguardando en el momento menos pensado, estar abiertos a las sorpresas que tiene para cada uno de nosotros, requiere que caminemos por ella con un espíritu alegre, con un espíritu agradecido, después de todo, uno se rodea de todo aquello que da.

Tengo la suerte de contar con la cercanía de mis seres queridos, dos de ellos me sorprendieron gratamente en estos días: en el primer caso, una de ellas se dedica a la repostería y debo confesar que hace las reposterías más deliciosas, nada puede salir mal cuando se hace con amor, no lo crees tú? 
Bueno, de regreso a lo que quiero decirte, la sorpresa llegó cuando vi que entre sus entregas, estaba una rosca que suele preparar solo en época navideña, ante mi pregunta de por qué la había hecho en agosto, ella simplemente me respondió que un cliente se lo había pedido. Recuerdo pensar: "¿navidad en agosto?", por toda respuesta simplemente sonreí y me fui pensando que Dios debía querer que recuerde que ya falta muy poco, pero también me fui más alegre, porque ver nada más aquella rosca navideña, me transporto a una de la épocas más felices del año. 

Más tarde ese mismo día, recibí la visita de una persona muy querida, la verdadera sorpresa llegó cuando me trajo un pan dulce de navidad, que una de sus reposterías había puesto a la venta ese día. Imaginarás mi alegría, la navidad me visitó dos veces el mismo día de agosto!!!.

No hace falta "tener" mucho para ser feliz, no hace falta "viajar" muy lejos para ser feliz; a veces solo hay que dejar que la vida nos sorprenda con aquello que quiera darnos, recibir cada nuevo día con gratitud por todas aquellas cosas que no esperamos pero que con seguridad llegarán para hacernos sentir bien y darnos felicidad. 

Espera la mejor de cada día y lo mejor de cada día llegará para tí





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