LA VIDA COMO UN REGALO

Los últimos días he estado pensando en que las fiestas de fin de año están cada vez más cerca, me he sorprendido al ver que el siguiente domingo ya empieza el tiempo de adviento, una época que personalmente, dedico mucho a hacer un análisis sobre todo lo vivido en el año, mis aciertos y desaciertos, porque es de eso de lo que se trata el adviento, de ir limpiando la "casa" por dentro para recibir la navidad con un espíritu nuevo y ha sido en torno a todo ello, que me he dado cuenta que este año, lo primero que haré será agradecer a Dios, por el regalo de la vida.

Tú sabes que a pesar de que la mayoría de las personas piensan en la navidad como una época para intercambiar regalos y reunirse con la familia o los amigos, siempre insisto en el hecho de que centremos nuestra atención en aquellos regalos para los cuales no necesitamos ir a ninguna tienda y mucho menos gastar dinero. En esta oportunidad, me parece bien que empecemos a agradecer por el inmenso y maravilloso regalo de la vida.

¿En qué piensas cuando te digo esto?, espero que pienses en la vida en todas las formas posibles en las que se te presenta, pero principalmente en la de aquellos que amas y que aún están contigo. ¿Ya reparaste en que su vida y el tiempo que aún comparten contigo es un verdadero regalo?. Solemos pedirle a Dios muchas cosas que consideramos importantes para nosotros y por tanto para nuestra felicidad, sin embargo; creo que aún no le agradecemos lo suficiente por todo lo que nos da. 

La navidad es para mí una época verdaderamente mágica y ¿cómo no serlo? si es la más linda muestra del amor de Dios que se manifiesta en todo lo que hacemos durante ese tiempo, sin embargo, dejamos pasar por alto que Dios nos da mucho todo el año, más de lo que podríamos siquiera imaginar, por tanto me gustaría que este año, pienses más en todo lo que tienes para agradecer y no tanto en todo lo que te falta.

Por mi parte, he decidido agradecer a Dios por la vida de todas las personas que están en mi vida y que son importantes para mí, aunque algunas de ellas ya no estén junto a mí y otras no estén cerca de mí. Este es un tiempo en que debe celebrarse la vida pero también el amor y este último es el puente que une y acerca a todos aquellos que guardamos en el corazón.

Busca tú regalo, puedo asegurarte que Dios ya te dio muchísimos, pero piensa en aquel por el cual quieres agradecerle este año. Rodeate de todo y todos aquellos que le hacen bien a tu alma, que enriquecen tu vida de formas que jamás habías considerado y celebra el hecho de que aún estás vivo para intentar ser feliz o porque no, seguir siéndolo.