Tras una ausencia de una semana, que a mí me pesó mucho más que a nadie, hoy regreso con la firme decisión de celebrar los nuevos principios, de celebrar que la esperanza nunca muere y que siempre estamos dispuestos a seguir adelante con la vida pase lo que pase.
A este respecto, me viene a la mente la escena de la película Forest Gump, en la que Forest y su capitán, estando en alta mar, se ven en medio de una tormenta y el capitán decide amarrarse al mástil mientras increpa a la tormenta a que vaya a su encuentro. Una actitud, sin lugar a dudas, temeraria, pero creo que todos deberíamos asumir ese rol cuando las olas rujen fuerte.
Adoptar una actitud temeraria ante la vida: SI, pero ésta debe ir acompañada de una adecuada visión de la vida. Posiblemente, no será nada nuevo lo que voy a decirte, pero uno siempre tiene ante sí dos posibilidades: O ver el peor lado de la vida y vivir en una constante queja o ver el mejor lado de la vida y vivir en un constante estado de gratitud.
Elegir la segunda opción, ha de permitirte no solo salir airoso de toda situación que se presente por más adversa que sea, y alimentar una sana temeridad ante ella, te llevará no solo al final del túnel, también abrirá tu mente para ver todas las posibilidades que tienes ante tí.
He decidido titular BENDECIR Y NO MALDECIR, esta entrada; porque en esta semana ausente me dí cuenta que aquello que mi madre siempre me dice, es verdad:"la vida, uno se lo hace".
La decisión sobre tu forma de vivir siempre va a ser tuya, solo te pido que tengas en cuenta que se trata de tu felicidad. De la tuya y de nadie más, y que depende de las decisiones que tomes si estas bien o estas mal.
Bendice toda situación, y conseguirás que hay mucho más de bueno de lo que te puedas imaginar en tu vida!!!
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