LOS MOMENTOS COMPARTIDOS

Hace unos días me enteré de la muerte de una actriz argentina, como consecuencia de una mala cirugía estética. Además de lamentar profundamente esto, me pregunté una vez más, ¿cuántas personas tienen que morir por perseguir el sueño de la belleza perfecta? ¿Estamos conscientes del incalcuable valor que poseemos?, cuando leo noticias como esta, tengo el convencimiento de que no es así.

Hay tanto que tenemos por mejorar, trabajar y embellecer en nuestro interior, estamos demasiado inmersos en un mundo que no nos pertenece. Creo que la mayor parte del tiempo no hallamos nuestro lugar o no sentimos que lo hayamos hecho, porque buscamos en el lugar equivocado. 

Cuando tenemos los ojos puestos en ese mundo interior que nadie ve, pero que es el motor que nos hace sentir vivos, empezamos a descubrir el verdadero valor de las cosas.

La sola expresión nos lo dice: "SENTIRNOS vivos", no hay cosas o formas de vernos, que nos hagan SENTIR; eso solo lo podemos buscar dentro de nosotros mismos. Ver un solo atardecer nos puede hacer sentir más vivos que nunca, en el silencio, observando esa inmensidad de la cual formamos parte.

A veces veo a las personas tan ocupadas con las cosas equivocadas. Conocí a una persona para la cual enriquecer su formación profesional lo era todo, no escatimaba un solo centavo en asistir a cursos, y luego me enseñaba feliz los certificados que engrosaban un archivador lleno de ellos!! No es que esto era malo, no lo era en absoluto, sobre todo cuando veía la felicidad en su rostro, pero la vida debe vivirse en un justo balance, porque cuando una etapa de la vida termina, debemos hallar felicidad en las otras etapas que aún nos quedan por vivir.

Cuando esta persona falleció, no me pregunté dónde quedaron todos esos certificados, recordé toda la felicidad que compartimos y créeme cuando te digo; en el final de nuestro tiempo, es eso lo que recordaremos y es eso lo que dejaremos como nuestro mayor legado: Los momentos compartidos, la felicidad que tuvimos y fuimos capaces de despertar en los demás.

Que el mundo en el que vives y que ves todos los días, no te robe el valor incalculable que tienes, ese tesoro que irradia dentro de tí y te hace ser único frente a los demás.