domingo, 17 de septiembre de 2023

UN VALOR INADVERTIDO

 Francamente no se qué pensar del siguiente texto que encontré por ahí, un día de tantos:

Ser adulto ha sido el deseo más estúpido que tuve de niño

No se qué pensar por dos razones: La primera, porque ser adulto no es el problema, lo es no haber sabido llegar a ser adulto y por no saber me refiero a que las "vida" nos arrastra con sus derrotas, con sus fracasos, con sus sueños frustrados, con sus mil formas de preocuparnos.... "la vida" decimos, cuando no sabemos cómo llamar a todo ese desazón que conocemos cuando nos hacemos adultos. La realidad es que perdemos de vista la vida, en alguno de esos años que vimos pasar mientras nos convertíamos en "adultos".
Lo que me lleva a la segunda razón: No sabemos ver la vida que nos rodea, porque hemos dejado que el mundo que nos rodea nos convenza de que la única forma de vivir es rodeándonos de problemas, de preocupaciones, de penalidades, de plazos por cumplir... En algún punto hemos aprendido a ser responsables pero no con nosotros mismos.

¿Cuál debió ser nuestra primera responsabilidad?, buscar la manera de ser felices pero de serlo por las razones correctas, porque "vernos bien" no es lo importante, SENTIRNOS BIEN, sí que lo es, es el primer peldaño hacia nuestra felicidad y creo yo, que es el más importante.
Si no me siento bien con el trabajo que tengo, ¿por qué debo seguir? Hace algunos años, escuche una conferencia de Victor Kuppers, en ella un estudiante de último año de secundaria, le preguntaba cómo saber qué profesión escoger para conseguir un empleo bien remunerado.

Una pregunta muy válida en un mundo en el que la tenencia, empezando por un trabajo bien remunerado es algo de vida o muerte, sin embargo Kuppers le respondió que lo primero era elegir aquel oficio o profesión acerca de la cual uno sienta verdadera pasión, un oficio que antes que nada, reporte alegría, reporte felicidad. El resto llegaría por añadidura.

Si a su edad, alguien me hubiera dicho tal cosa, probablemente no le habría dado la importancia que le doy ahora, hubiera seguido el mismo camino que seguí para llegar a estos años y reconocer una verdad tan simple, entonces ¿por qué no somos capaces de entenderlo a tiempo? Sencillamente porque con los años perdemos de vista la vida, dejamos de creer que la prioridad es nuestra felicidad o por lo menos dejamos de buscarla dentro de nosotros mismos, estructuramos la mente de tal forma, que ya no somos capaces de ver que jamás seremos capaces de llevar adelante a la perfección, un trabajo para el cual carecemos por completo de las habilidades necesarias, uno no adquiere las habilidades que se necesitan solo porque otros lo desarrollan a la perfección y son bien remunerados por ello.

Cada uno nace con sus propias destrezas, sus propias habilidades, sus propios dones, sus propias virtudes y su propia ruta para llegar a su destino, por desgracia; nos sumergimos tanto en el marasmo del mundo, que se nos olvida el principio de libertad con el que debimos habernos conducido, empezamos a llenar casillas; un trabajo que tenga una buena remuneración, requiere de una gran profesión, por ejemplo.

Nuestra vida, tú vida, tiene su propio valor y es incalculable!!!, no seas el primero en quitarte tu valor, solo porque para los demás no es tan evidente, tú y solamente tú, eres el único que tiene la capacidad de ver con absoluta claridad tu inmenso valor, ¿cómo vas a poder mostrarlo a los demás si tú también lo ignoras?

Si aún estas a tiempo de corregir tu camino hazlo, sin pérdida de tiempo; si crees que ya no tienes los años para empezar de nuevo, recuerda que nunca es tarde para hacerlo, tú y solamente tú tiene la responsabilidad de ser feliz; nadie es responsable por ello y mientras te quede vida, esa tarea no terminará.




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