domingo, 21 de enero de 2024

LA CERTEZA DE ESTAR VIVO

Cae la tarde de este domingo de enero, mientras me organizo para escribir la entrada de esta semana. Observo el escenario a travez de mi ventana: los helechos bailan con la suave brisa que pasa, es tan precioso, que solo puedo pensar en todas las formas en las que Dios nos dice que esta aquí, cuidando de nosotros, entonces ¿por qué no podemos verlo?

Porque a veces no es tan fácil, porque uno necesita estar con la suficiente calma y la suficiente paz para poder advertir, en su creación, que Dios siempre esta. A mi años, he tenido la fortuna de advertir estos instantes unas cuantas veces, a veces incluso agarro el celular y trato de capturar ese momento en una fotografía. Tristemente, cuando la veo, descubro que apenas había captado la belleza que mis ojos advertían. Esto no me sorprende en realidad, porque las cosas más importantes de nuestras vidas, se sienten en el alma y se observan con los ojos del alma.

Si tan solo fuéramos capaces de restar importancia a las cosas que consideramos importantes y volcáramos nuestra mitrada a esa maravilloso mundo interior que aguarda por nosotros. Por desgracia, esto suele suceder en nuestras vidas, cuando ya no queda mucho más por hacer.

Para poder ver la vida, como es realmente, a veces necesitamos un corazón nuevo, aunque sería más justo decir, un corazón renovado. 
He escuchado esta afirmación: "un corazón nuevo", hace un par de días, la primera vez que la oí me dolió mucho reconocer que si, que también a mi, me gustaría tener un corazón nuevo, uno sin tristes recuerdos, uno sin heridas profundas o cicatrices de viejas heridas. Un corazón nuevo, como un lienzo limpio sobre el cual escribir cosas absolutamente nuevas, con menos errores, "eso sería un poco más fácil, con la experiencia que dejan los años", me dije, pero para eso tendría que tener una vida nueva.

Entonces comprendí, que este corazón lleno de heridas y cicatrices, que se ha sentido solo más veces de lo que me gustaría admitir (¿ya te diste cuenta que a veces uno puede sentirse solo aún estando rodeado de gente?), bueno, me di cuenta que yo no tendría toda la experiencia y el conocimiento que he acumulado en los años, si este corazón que por momentos se siente cansado, no se habría puesto fuerte una y otra vez y me habría conducido a días nuevos.

No, no se puede esperar un corazón nuevo, porque eso sería justo, con una vida que ha traído las lecciones que a la postre me han hecho una mejor persona. Sería más justo esperar un corazón renovado, uno que se renueve en nuevos tiempos llenos de alegrías y de amor, pero eso tampoco sería muy realista, porque la vida sin sus días grises, no tendría las lecciones que necesitamos encontrar en nuestros días.

No es justo abandonar una vida que ha costado llevar adelante, no es justo negar la persona que somos por correr detrás de un sueño, porque uno empieza a construir desde donde se encuentra. Es posible construir días nuevos, es posible acumular más días de paz, de calma, es posible reencontrarse con Dios y sentirle vivo en nuestras vidas, es posible...

Para  SENTIRSE VIVO, hace falta ver con los ojos del alma, hace falta sumergirse más en ese  maravilloso mundo interior que muy pocos conocen. No, la vida no es lo que esta pasando todos los días, si cada uno de esos días no trajo consigo al menos un simple momento de alegría o de felicidad. Entonces sí que hay que detenerse y revisar lo que estamos haciendo mal, porque uno puede esconderse en la rutina de los días, aunque ese pequeño artificio tarde o temprano nos cobrará un precio demasiado alto.

Alimenta la posibilidad de crear días que te conduzcan a un corazón renovado, con nuevos recuerdos y vivencias felices, tan fuertes que sean suficientes para contenernos en los días grises. Que en cada uno de nuestros días, podamos sentir que Dios esta con nosotros y que nos cuida, que advirtamos su grandeza en todo lo que nos rodea y nuestro espíritu se fortalezca en él, porque uno puede decir que es fuerte pero es muy diferente sentirse realmente fuerte.

¿Te vas dando cuenta?, hay un mundo aguardando por ti, un mundo de realidades, en el que la vida se desarrolla en toda su dimensión, requiere de un gran esfuerzo de nuestra parte, si, pero bien vale el intento, si al final, lo que hallaremos, es LA CERETZA DE ESTAR VIVOS.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.