SOMOS ENERGIA

Como bien sabes; aparte  de la escritura; la lectura  es  una de  mis más  grandes pasiones. Hay un  libro de Anselm Grum, "El libro de los  anhelos", en  el,  hay un  pasaje que hace referencia a la naturaleza del  alma, la  cual no es limitada como el cuerpo, y es en esto que he estado pensando últimamente.

Somos energía, recuérdalo la próxima vez que  elijas  alterar  tu  propia energía con pensamientos que solo  te empujan para atrás. Me  dí cuenta  de esto,  cuando días atrás, mientras escuchaba a una  persona lamentar la situación en la que  se encuentra su familia, explicaba  detalladamente los escenarios que debía enfrentar con cada uno  de ellos.

Recuerdo que mientras la escuchaba, una sola pregunta paseaba por mi mente: ¿por  qué  se esfuerza  tanto en  elaborar de una forma tan detallada, pensamientos que le generan tal  grado de rencor,  angustia y frustración?,  en  suma: ¿por qué,  de  una forma tan deliberada, eliges sumirte en  tanto malestar? Por otro lado, la  pregunta obvia que  seguía y que por supuesto le hice, fue:  Si tú  emites, tal energía negativa  cuando hablas con cada uno de ellos,  ¿qué crees que ellos sienten  cuando te ven?

Y esto  aplica a todo, si tú vas a tu trabajo con todo el  malestar  del mundo, ¿cómo crees que te irá? Somos sobre todo energía, la misma que se genera a partir de los  pensamientos que somos capaces de  elaborar, y no  te engañes,  basta uno  solo.

No importa  cómo sean las personas con  las que  debas interactuar,  porque las personas son  como son, no  van a cambiar solo porque a tí  te molesta su forma de ser, que esperes que hagan algo  diferente, es tu error.  Cada persona da  solo  lo  que es capaz de dar, no  esperes algo más porque sería imposible,, ahora cómo  reaccionas a eso,  es algo que sí puedes manejar.

Empieza por practicar la construcción de pensamientos que generen bienestar en lugar de hacer  todo lo contrario,  poco  a poco, verás  cómo  la dinámica  de  tus  emociones, te va  empujando a sentirte mejor, sea cual sea la  persona o situación  que debas  enfrentar.

Da siempre lo mejor de  ti, sin  esperar ninguna respuesta en particular, porque uno  recibe en la misma  medida que da, aunque  eso no  venga de la persona o del lugar que estabas  esperando.