Hay algo que he querido compartir contigo desde hace mucho, y es que me he dado cuenta que hay mucho de las heridas emocionales que se producen por ignorancia o por el mal enfoque que le damos a las cosas. En buena cuenta, porque somos altamente influenciados por el medio externo. La tecnología nos ha facilitado el acceso a la información, pero las cosas que tienen que ver con el alma, deben ser resueltas de una forma más simple, ¿por qué?, porque pertenecen a tu propio mundo interior, donde tú y solo tú, gobiernas.
¿Qué pasa cuando alguien que amabas no correspondió en la misma medida?, ¿qué pasa cuando aplicas para un trabajo y no te contratan?, en fin, ¿qué pasa cuando algo que querías mucho no se pudo dar?, ¿cómo reaccionas?
Bueno, resulta que una mayoría no reacciona de una forma positiva. Empiezan a elaborar pensamientos de rechazo, de inferioridad, etc. Dando lugar a la frustración, la obsesión, la ansiedad, el rencor y la tristeza. ¿Te has sentido así alguna vez?
Tengo la seguridad de que las heridas producidas por el amor, son las más difíciles de cerrar, y es que en realidad conocemos muy poco sobre el amor, porque el amor por si solo, sana.
Cuando, una persona que amábamos no nos ama, no es porque tú no fuiste suficiente, o tenías que haber hecho las cosas de forma diferente, tampoco significa que esa persona se va a arrepentir por no haberte elegido, NO, NADA DE ESO.
Solo significa que tú y esa persona no eran el uno para el otro, que ambos encontrarán la felicidad en caminos diferentes, no hay nada de malo en eso.
De la misma forma, si aplicas a un trabajo y no lo consigues, no es que hay algo malo en tí, es solo que no era por ahí. Sé que se ha hecho difícil encontrar trabajo, y que probablemente, sean muchas las veces que lo has intentado, al punto que empiezas a sentirte cansado, pero lo último que puedes hacer, es empezar a dudar de tí.
Hay un trabajo para tí, no fuerces las cosas por desesperación.
Sea cual sea la naturaleza de tu malestar, solo piensa que todo siempre se produce para bien, que las puertas cerradas, son al final de cuentas, una gran bendición, porque te están sacando de un lugar al que tú no perteneces.
Todos sabemos que a la hora de elaborar un plan, hay que considerar que en algún momento tendremos que hacer pequeños ajustes, ¿consideras que el plan que hiciste para tu vida, esta exento de eso?
Recuerda que una puerta cerrada, es solo Dios diciéndote que por ahí no es, agradécele y continúa. Respira profundo, no hay nada malo en tí, es solo, que por ahí, no era.
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