Como parte del recorrido emocional, en el que suelo acompañar a cada persona que inicia su propio camino, una de las cosas que siempre aconsejo, es limpiar la casa, en este sentido, hay toda una metodología que se lleva adelante y es que no se puede avanzar, sobre viejas estructuras que quizá fueron de utilidad en su tiempo, pero que probablemente pertenecen a una persona muy diferente a la que eres hoy.
Empecé de esta manera, porque hay mucho de lo que oímos en nuestros días, de personas que bien pueden ser muy cercanas o no, que las más de las veces, lastiman y en gran medida.
Cuando tengas la mala fortuna de estar en un momento así, cuando sea el turno de recibir un "consejo" que jamás pediste, solo hazte una pregunta: ¿Cómo me siento, con relación a esto que acabo de oír?
No quiero que me malinterpretes, en todo lo que forma parte de tu camino, espera siempre lo mejor y quédate siempre con lo mejor, no te aferres a ningún estado que te genere malestar, tienes la capacidad de discernir entre lo que te impulsa a seguir adelante y lo que no.
Solo recuerda, que todos tenemos "basura" que no hemos sabido eliminar y esto hace que nuestra visión sea borrosa. Un consejo "bien intencionado" puede lastimarnos o perjudicarnos, por eso y especialmente cuando hayas escuchado palabras hirientes, no aceptes la basura de nadie, medita bien, discierne y quédate con aquello que te impulsa hacia adelante.
No prolongues una situación que te genera malestar, porque ese no es un tiempo útil para tí, esta es tu vida y este es tu tiempo, tienes la responsabilidad de transitar por este camino, dando lo mejor de ti.
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