viernes, 27 de diciembre de 2024

A LAS PUERTAS DE UN TIEMPO NUEVO

Cada fin de año, anuncia cierre de ciclos. Como imaginas, esto no es una tarea sencilla, las más de las veces se complica por que no sabemos cómo hacerlo, establecemos lazos afectivos que no sabemos romper, depositamos esperanzas y alimentamos ilusiones en proyectos que nunca se concretan o simplemente no podemos aceptar que algo ha concluido y que no hay nada más por hacer.

A este simple ejercicio de soltar pesos que dificultan nuestro camino, es a lo que yo llamo, limpiar la casa por dentro y deberíamos hacerlo de forma periódica, no solo cerca de fin de año. Lo que pasa, es que la sola idea de saber que estamos dejando atrás 12 meses ya vividos, nos facilita la tarea.

Sin embargo, este año he aprendido una nueva lección: Existen algunas historias que escriben nuevos capítulos en nuestras vidas. 
Siempre he sido de las primeras personas en cerrar ciclos y no volver la vista atrás, pero este último tiempo en particular, me he sorprendido gratamente, con el retorno de amistades con las cuales creí concluidas sus historias en mi vida. sin embargo Dios tenía reservado tanto para ellos como para mí, nuevas páginas en la historia de nuestras vidas.

Lo que me lleva a la segunda lección que aprendí en este tiempo: Nada que este reservado para ti y que formará parte de tu camino, viene como resultado de forzar las cosas. No importa cuán importante sea determinada situación para ti, si llega el tiempo de despedir o dejar ir, sucederá, no importa cuánto hagas para que permanezca en tu vida, de la misma forma; no importa cuánto interés tengas en que determinada situación se produzca en tu vida, si esta en tu camino, sucederá aún si tú no haces nada.

Ambas lecciones nos conducen a dejar que la vida avance y que nosotros sepamos avanzar con ella. Alimentar la paz sabiendo que lo que tiene que irse se irá y aquello que esta destinado a volver, volverá. Alimentar la paz, sabiendo que lo que tenga que ser, sucederá en el momento indicado. Sin aprehensiones u obsesiones que lo único que dejarán en ti, serán frustración y dolor.

Cuando el pasado aparezca, de la forma que sea, en tu camino; detente a ver qué es lo que esta tratando de decirte, qué ha quedado sin concluir o qué nueva lección tiene reservado para tí.
Sea cual sea el rumbo que tomen las cosas, tú no lo compliques "sobrepensando" nada. Necesitamos aprender a disfrutar nuestro camino, con la seguridad de que nuestra vida y todo lo que pasa en ella, descansa en las manos de Dios, por tanto lo que sucede como lo que no; esta lejos de tu control, depende únicamente de la voluntad de Dios y su amor siempre te prodigará bienestar.

A las puertas de un tiempo nuevo, me gustaría que tomes en cuenta ambas lecciones, orientando tus días hacia tu felicidad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.