He tenido la fortuna de conocer personas que son un espacio de luz en mi vida. Desde pequeños mensajes positivos, hasta una simple palabra de apoyo en el momento justo.
Personas cuya llegada a mi vida, sea cual sea la circunstancia, fue para mi, como la llegada de buenas noticias.
Y en correspondencia, también he tenido el infortunio de conocer personas cuya presencia son para mi, como la llegada de malas noticias, a ellas, siempre veo el modo de ayudarlas, pues en su mayoría son personas tan cerradas en sus propias posturas que no son capaces de ver que la mayor parte del tiempo viven encerradas en jaulas cuyos cerrojos controlan ellas mismas, aunque realmente lo desconocen.
La diferencia entre una y la otra, se encuentra en el simple hecho de la aceptación o la negación de que uno comete errores y las más de las veces, esos errores son enormes.
¿Qué es lo que pasa entonces? aceptar que somos seres humanos y que cometemos errores nos acerca una mejor versión de nosotros mismos, y eso, por tanto, nos acerca un poco más a nuestro propio bienestar, nos acerca a ser "buenas noticias" para nosotros mismos.
Hoy he vuelto a sentir gratitud con Dios, porque me ha dado el suficiente entendimiento para descubrir que se puede ser feliz, pero que esta felicidad se construye desde uno mismo e igualmente he sentido gratitud porque he podido llevar esa luz a los demás, esto no ha sido un acto forzado e involuntario, más por el contrario, es que he podido compartir de una forma consciente el bienestar que he sentido interiormente.
Te voy a decir algo, y lo hago con toda la seguridad de que tú ya lo sabes, la vida no es un escenario perfecto. De hecho, hay mucho que esta fuera de nuestro alcance y las más de las veces improvisamos acciones para sobrellevar lo que no teníamos forma de imaginar que sucedería, entonces como en todo, tenemos que elegir qué camino tomaremos para seguir. Ahora, como bien sabes, sea cual sea la situación a enfrentar, esta se resolverá tarde o temprano, la forma en la que reacciones te acercará a su pronta solución, pero ¿qué pasa contigo?, que si no sabes gestionar tus emociones, estas desaveniencias e imprevistos, irán diezmándote por dentro hasta que ya no puedas reconocerte, ya no puedas seguir pretendiendo que todo esta bien.
Ir corrigiendo nuestros errores no solo nos acercará a una mejor versión de nosotros mismos, sino también, nos dará cada vez más claridad para gestionar mejor nuestras propias emociones, iremos sanando desde adentro y al igual que las plantas a las que se les limpia la maleza, serás cada vez más fuerte, irradiarás más luz y serás un espacio de luz y buenas noticias para todo aquel que se cruce en tu camino.
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