domingo, 2 de febrero de 2025

SIEMPRE ES POR NUESTRO BIEN

Hace algún tiempo que vengo trabajando sobre una idea: "Lo que no depende de mi, no  debería robar  mi paz", es tan simple esta idea, pero  comprenderla y aplicarla en  mis días,  me ha costado  mucho. Principalmente, porque tengo la mala costumbre de sobre pensar cada dificultad que atravieso, una mala costumbre que me ha llevado a encontrar soluciones a  muchos problemas que francamente  pensé  que jamás se  resolverían, pero  hay que  reconocer, que  no siempre es así.

Entonces, ¿qué pasa con todo ese  tiempo que pasamos tratando de controlar aquello que no depende de nosotros?: la única finalidad es robarnos la  paz. 
Ocupar nuestra mente, con problemas asociados a situaciones que no dependen de nosotros es la peor forma de perder el tiempo y más aún, es la peor forma  de ocupar nuestros  pensamientos. ¿Cómo reconocer entre algo  que podemos cambiar, de lo  que no?, no se hace fácil contestar esta pregunta, pero después de mucho pensar,  y sobre todo, después de mucho  observar, creo  que puedo  responder a  esta pregunta.

Hay situaciones, que nos ocasionan más de una molestia, pero que en definitiva, tienen que  ver con acciones que corresponden a otra u otras personas y ese es precisamente el  escenario al cual no pertenecemos, pero ¿qué hacemos  entonces? sé que quizá para  algunos de ustedes, lo que vaya  a decir, no les satisfaga, pero para quienes ya han recorrido un largo  camino espiritual, la respuesta tendrá todo sentido.

Cuando, uno atraviesa una situación difícil, que nos roba la  paz y  que  no depende de nosotros, lo  que podemos hacer, es dejarlo en las manos de Dios, es dejar obrar a aquel, de quien depende nuestro destino  y a quien le pertenece todo aquello que  esta fuera de nuestro  alcance.

Las lecciones que se  nos van presentando siempre están orientadas a hacernos mejores de lo que somos hoy,  saber  que no somos personas, "todopoderosas" capaces de controlar todo  lo  que nos esta sucediendo, nos acerca a nuestra fragilidad, nos acerca a la simpleza de nuestra existencia, nos acerca al fortalecimiento de nuestras habilidades.

Lo que no depende de tí no tiene por qué ocupar tu mente y no  tiene por qué intranquilizarte. Descansar en la voluntad de Dios, no solo  nos devuelve la  paz, también nos devuelve la claridad suficiente para ver que hay cosas  que llegan para enseñarnos algo, la resistencia no las hará desaparecer, solo atrasará aquello que Dios quiere comunicarnos y si todo esto no es suficiente, déjame decirte que además nos enfrenta con una simple verdad: Todo aquello que sucede y que Dios permite que sea así, siempre es para nuestro bien.
En lugar de alimentar  pensamientos  que  solo van a  intranquilizarte, hazte una  simple pregunta: ¿Qué es lo que Dios quiere que aprenda?, ¿Qué nueva lección me esta  mostrando  esta situación? 










 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tomar un tiempo para compartir. Vuelve cuando quieras.