ACOMPAÑAR Y SENTIRSE ACOMPAÑADO

Este tiempo, he estado repasando en mi mente, todo ese conocimiento que aprendí  acerca de Dios y la inmensidad de su amor. Las cosas que Dios fue plantando en mi corazón, no llegaron a mi, en textos o libros. El me iba enseñando a travez de experiencias, de eventos,  de sucesos felices y otros no tán felices, porque Dios, es un Dios vivo, esta  presente en nuestra vida y va junto a nosotros en  nuestro camino.

Poco a poco fui conociendo su amor  y dejando que éste llene de calor mis días, llenó de  tanta luz mi  vida, que  entendí por qué era PESCADOR DE HOMBRES. Fue tanta mi fascinación,  que voluntariamente me puse a su servicio: Llevar un poco de luz a quienes coincidían conmigo en el camino. Algunos compartieron conmigo verdaderos momentos de su vida, a otros me tocó acompañarles solo con mis oraciones, en ambos casos  mi  espíritu se llenó de una calidez inusitada.  Es  lindo acompañar y sentirse acompañado...

Quizá sea la pronta llegada del otoño o el recuerdo de tiempos pasados, pero el recuerdo de mis primeros pasos en  el camino de la fe, se ha instalado nuevamente en mi  mente, esto, como  puedes imaginarte, ha servido para  confirmar algo que siempre he pensado: NUNCA ESTAMOS  SOLOS.

Lo sientas o no, Dios va  contigo. Sea que tus pasos te conduzcan por caminos llenos de luz  o vayas por caminos de sombra, él hace las maletas y va contigo, puede  que  no lo veas, aunque  él siempre  esta presente en todas las cosas y las personas buenas que hallas en tu camino, invariablemente, lo sentirás en  tu corazón.

Lo que trato de decirte, es  que; sea  lo que sea  que vayas a hacer  (nuevos proyectos, nuevos lugares que visitar, iniciar una vida en pareja, formar un hogar, etc.) procura que el principal invitado sea siempre Dios,  conoce y siente su amor,  déjate inundar por su calidez y déjate sorprender con la  facilidad con que empiezas a confiar en sus planes para tu vida, y  en la maravillosa manera en la que ya no te sientes solo.