"Brillas diferente, cuando tienes gente buena en tu vida".. Con todo el material que anda circulando en las redes, hallar mensajes que alimenten el alma, se ha hecho más fácil. Agradezco a las personas que se toman un tiempo de sus vidas para compartir la luz que llevan en el alma. Uno puede compartir, solo aquello que lleva en su interior.
Esta frase que llegó a mi, en estos días y el evangelio de hoy, me recordaron lo que acabo de escribir en el primer párrafo. Pude haber pensado en todas las personas que han compartido conmigo un poco de su luz, pero curiosamente, no fue así; pensé, más bien; en lo que aún me falta hacer, para seguir alimentando la luz que llevo en mi interior, y es que tengo el convencimiento de que somos seres de luz y que para poder llevar luz, primero hay que saberla encontrar en nosotros mismos.
Es muy bonito sentir la calidez que envuelve nuestro corazón, cuando estamos cerca de personas que son luz. Creo que desconocemos que hay una batalla muy grande, que esas personas libran, de forma valiente y casi imperceptible, porque hay que saber defender la luz propia en tiempos de oscuridad.
Recuerda que antes de querer ayudar a alguien, debes empezar por ti, lo mismo sucede con la luz en tu interior, antes de irradiar luz en la vida de alguien más, debes irradiarla primero en ti; debes realizar un trabajo minucioso para iluminar cada espacio de oscuridad que llevas dentro.
Callar todos esos miedos, que te roban la paz, callar todos esos pensamientos que solo te hunden, limpiar el alma, de todo mal sentimiento que hayamos albergado alguna vez, sanar cada herida que a pesar del tiempo, aún duele.
Todo esto, se dice fácil, pero hay un mundo, entre decirlo y hacerlo realmente, hay mucho trabajo interior, callar todo aquello que nos arrastra a la oscuridad.
Nada se produce, si no lo intentamos nunca, si no adquirimos la valentía para dar ese primer paso, para mantenernos en la luz, hasta que poco a poco, nuestra alma conozca el camino y lo recorramos casi sin darnos cuenta.
Cada uno de nosotros, hemos sido llamados para ser luz en la vida de los demás pero esa luz debe empezar primero en ti mismo, el primer trabajo que debes realizar eres tú mismo, porque uno no enseña algo que no sabe. Para llevar luz, primero hay que tenerla para uno mismo.
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