domingo, 1 de junio de 2025

PERSONAS QUE SON HOGAR

En el último tiempo, he tenido el gusto y ha sido en realidad una grata sorpresa, conocer personas que son hogar, si ya las conociste, sabes a lo que me refiero, sin embargo sino, te invito a que me acompañes en los siguientes párrafos, para que te lo explique.

En los años de mi infancia, siempre que tenía alguna dificultad, como tener que ir al médico; no sé si a ti te pasaba, pero a mi ir al médico siempre me daba miedo; lo que recuerdo era ver a mi papá sonriéndome, la misma sonrisa de siempre, esa que me hacía sentir confianza, que me hacía sentir en casa, era para mí la sensación del hogar. Esta sensación, esta extraña calidez, me acompaño hasta el momento en que tuve que despedirlo, después ya solo me seguía el recuerdo de esa maravillosa sonrisa que me transmitía tanta calma.

Uno echa de menos tantas cosas de las personas queridas que ya no están, hace falta acostumbrarse a tantas cosas, pero se sigue y como le decía a una persona muy querida para mí, hace apenas unas horas. Ese seguir es un mundo!! pero se sigue, de cualquier forma, se sigue...

Tras la muerte de mi papá, me tocó atravesar muchas tormentas, y su sonrisa fue el faro que me indicó el camino, ese que me devolvía la calidez del hogar, aunque ese hogar que vivía en mi memoria ya fuera solo un recuerdo. Sin embargo, en el último tiempo, he tenido la grata sorpresa de hallar en mi camino, personas que me han devuelto, esa calidez, esa sensación de hogar, y no  ha sido por algo particular que hayan dicho o hayan hecho, ha sido esa calidez que creí perdida, esa extraña energía que trasciende sus presencias y que me han devuelto un poco de la paz y el afecto que creí perdido.

Creo que lo más difícil de la vida adulta, es que ya no hay nadie más aparte de tí para enfrentar situaciones que si pudieras eludir, con absoluta seguridad, lo harías, pero de cada noche oscura que me tocó atravesar, esta última ha traído consigo personas que en su momento fueron hogar para mí. Y entonces recordé que en Dios, somos una gran familia, me di cuenta que la calidez que sentía de mi papá no era otra que el amor, pero era con absoluta seguridad, el amor de Dios actuando en él y en este último tiempo en "esas personas" que me acompañaron un tramo de mi camino.

Más importante aún, estas simples presencias, hicieron que me diera cuenta, que todo y todos pasan, que todos se quedarán en algún momento de nuestras vidas, también nosotros seremos pasajeros, en la vida de otros. Barcos que apenas se cruzaron en sus trayectorias, pero indudablemente, hay una presencia intangible, un amor infinito que jamás nos abandonará, creo que ya sabes cuál es, creo que ya sabes de quién estoy hablando: Dios.

No, no estamos haciendo este viaje en solitario y no son las personas cerca de nosotros, no es nada que hayamos podido hacer o dejado de hacer para remediar la soledad, es en la compañía y en la presencia de Dios que vamos por la vida. No, no estamos solos como pensamos y ese tipo de amor, ese tipo de presencia emite una luz tan grande que alumbra toda oscuridad.

Si este es tu tiempo, si estas enfrentando con valentía, sea cual sea la situación que quiera arrastrarte a la oscuridad, solo recuerda lo que acabas de leer. No estamos tan solos como imaginas, no. Hay una luz que brilla por encima de toda oscuridad y a veces, esa luz se traduce en la presencia de personas que poseen tal calidez, que nos recuerdan la seguridad y el amor del hogar.





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