domingo, 29 de abril de 2012

SI NO REIMOS.... ¿QUE HACEMOS?

Amigos, bienvenidos!!!:
¿Cómo han estado, amigos?; ¿que cosas positivas han vivido esta semana?; espero que el balance general de su semana sea bueno, hay muchas cosas por la cuales debemos sentirnos felices, el estar vivos es la primera de ellas, pero recuerden que la palabra vida, no se reduce solo a nuestro corazón latiendo, el ser capaces de respirar y estar saludables físicamente.
La vida tiene mucho más que ver con el espíritu, y éste tiene cosas que celebrar todos los días, recuérdenlo especialmente en aquellos momentos en los cuales crean que no van a poder seguir adelante!!!

Si no reímos... ¿qué hacemos?; creo que la respuesta es verdaderamente sencilla, si dejamos de reír, simplemente nos queda llorar, y sí ésta ha de ser nuestra única respuesta en los malos momentos, estamos perdiendo una batalla en la gran guerra por la vida.

¿Por qué la guerra por la vida?, porque en cada día de cada una de nuestras vidas, libramos constantemente batallas entre el bien y el mal, y ésta última afirmación parece ser cosa de aventuras infantiles o la sencilla representación del pequeño ángel y el pequeño diablo que aparecen hablándonos al oído a la hora de tomar una decisión, ¡¡ cosas de niños!!.
Pero la vida es así de sencilla, casi todo el tiempo tiene que ver con una batalla entre el bien y el mal, y ésta la mayor parte del tiempo se desarrolla en nuestro interior, no tenemos que esperar a ver al pequeño ángel y al pequeño demonio peleándose por convencernos de algo, para darnos cuenta de ello, solo tenemos que saber identificar cuando debemos pelear, para que no se nos arrebate el mayor tesoro que Dios ha puesto a nuestra disposición: LA VIDA.

La mayor parte del tiempo, nuestros días devienen entre problemas, preocupaciones, tristezas, frustraciones, peleas, temores, enfermedades, etc.  ¿qué lugar dejamos para las cosas buenas?.
En cada uno de nuestros días tenemos cosas por las cuales dar gracias a Dios, quizá no solo se resuma a cosas que pasan sin que alcancemos a darnos cuenta, también sucede que dejamos de lado personas que están junto a nosotros, palabras de ánimo, de consejo, ¿cuántas veces no hemos sentido rabia cuando alguien nos esta diciendo que todo va a mejorar?, por la sencilla razón de que nos parece que son palabras fáciles de pronunciar y el hecho de que se hayan dicho en voz alta no consigue mejorar un solo minuto de nuestras vidas.... infelizmente no apreciamos que esas personas han elegido invertir tiempo de sus vidas para permanecer a nuestro lado, y esa sola decisión ya debe ser un gran motivo de celebración, porque contamos con su aprecio y aunque nos parezca que eso no cambiará nada, para nuestro espíritu la sola compañía y las palabras de aliento, son un mundo de diferencia!!.

El dar cabida en el corazón a los sentimientos negativos que van horadando nuestra salud espiritual de manera silenciosa, terminará cobrando su precio en nuestra salud corporal, el estar permanentemente albergando pensamientos negativos y derrotistas, solo conseguirá incrementar nuestras ganas de dejar este mundo, el cuerpo tarde o temprano terminará haciendo caso a la mente, entonces puede ser que estemos cerca de perder la guerra por la vida... muy cerca; ¿qué se puede hacer entonces?.

La vida, se ha hecho para que disfrutemos, para que nos hagamos más fuertes con cada prueba o caída, para que seamos valientes y serlo implica pelear con todos nuestros miedos, para que seamos capaces de reír con todas nuestras ganas, aunque estemos solos en plena calle, después de todo ¿qué importa lo que diga la gente, si estamos felices?.

La vida, es una gran escuela que nos enseña a ser más fuertes de lo que pensamos que podemos serlo, la vida nos invita permanentemente a elegir cada minuto vivido, las lágrimas no van a cambiar una mala situación, pero una sonrisa puede darle mucho bienestar al corazón, un pensamiento negativo puede evitar que veamos la solución a una dificultad, ¿por qué siempre nos concentramos en las cosas malas?; también existen cosas buenas!!, incluso la experiencia de haber tenido que despedir a un ser querido en su morada final, trae consigo algo bueno, porque recibimos el gran regalo de su compañía al menos un tiempo de nuestras vidas.

Siempre podremos elegir, cómo encarar cada cosa que sucede en nuestras vidas, siempre podremos elegir salir más fortalecidos o más debilitados de una mala experiencia, esta en cada uno de nosotros pelear con todo lo que podemos la guerra por la vida, porque SI NO REIMOS... ¿QUE HACEMOS?

Que tengan una magnífica semana. Hasta la próxima.






domingo, 22 de abril de 2012

EL CABALLERO DE LA AGRESTE FIGURA...

Amigos, bienvenidos!!:
¿Cómo han estado estos días?; ¿qué maravillosas aventuras han vivido esta semana?. A veces nos parece que los días transcurren irremediablemente uno tras otro, que  la rutina terminó por ganarle a la emoción de cada suceso inesperado que trae consigo grandes momentos de alegría, pero si observamos con detenimiento cada uno de nuestros días, nos daremos cuenta de que esos pequeños espacios de tiempo, son en definitiva los que nos hicieron sentirnos vivos, (la caída de una hoja con el viento, los primeros rayos del sol por la mañana, la suave brisa que acaricia nuestro rostro, el maravilloso canto de un pájaro, la sonrisa sincera de un niño, el afectuoso saludo de un amigo, etc.); solo tenemos que prestar atención en medio de nuestra marcha presurosa, para conseguir recordar lo que es la vida, para recordar permanentemente en el espíritu que todavía hay vida, más allá de la tristeza, de las preocupaciones, de los sinsabores de la vida.

Esta semana, recordé la magistral obra de "Don Quijote de la Mancha", ¿quién puede decir que no recuerda al caballero de la agreste figura y su pelea contra los molinos de viento?, ¿o la inigualable amistad entre él y Sancho Panza?, ¿su enternecedor amor por Doña Dulcinea?; ¡¡son tantas las cosas que podemos aprender de estos maravillosos personajes!!.

¿Quién no ha peleado alguna vez contra sus propios molinos de viento?, ¿quién no ha albergado en el corazón un amor tan puro, que por momentos fue tildado de ingenuo, lo busco y lo defendió a cualquier precio?, ¿quién no ha tenido alguna vez en la vida, un fiel escudero?; tal vez nos cueste recordar que todos hemos sido alguna vez Don Quijote, porque le hemos permitido al mundo que nos convenza de que no vale la pena pelear por otra cosa que no sea el materialismo o la superficialidad, le hemos permitido al mundo que nos convenza que la palabra empeñada o una promesa hecha  ya no tienen valor alguno, las malas experiencias nos han llevado a ya no creer en el amor verdadero, o la amistad verdadera, por temor a ser heridos nuevamente, y al final la decepción se ha convertido en la coraza que nos protege, nos hemos  cubierto para que el corazón no sea lastimado, la amargura se ha convertido en la venda que no nos deja ver la belleza de la vida, que todavía existe y que el ser humano ha dejado de ver.
  
A veces uno deja volar la imaginación, y se permite conocer el magnífico mundo de fantasía, donde todo es posible, la vida se ve distinta entonces, uno puede permitirse creer que hay un mundo donde no existen las desigualdades, donde no existen las despedidas, donde definitivamente no existe la enfermedad, no existe la muerte; en definitiva un mundo donde todavía existe el ser humano, capaz de albergar nobles sentimientos, capaz de mantener la honra y de pelear por su libertad, un mundo donde la palabra de un hombre todavía tiene valor, un mundo que ya no vemos más.

El hombre hoy vive la esclavitud, como se experimentó en el pasado, como se narran en tantos libros de historia, y la esclavitud sigue dejando las mismas secuelas de entonces, la diferencia reside en que hoy las cadenas son imperceptibles, se han disfrazado de modernidad y han conseguido ocultarse en una aparente normalidad que ha conseguido doblegar la voluntad de los seres humanos.

Por momentos, como un pequeño destello de luz, Dios nos permite ver con claridad esas cadenas que aprisionan nuestra libertad, y entonces peleamos con los molinos de la ambición desmedida, de la codicia, del placer, de la adicción, de la vanidad, del egoísmo, de la superficialidad, y de tantas otras que podemos nombrar; pero esos momentos de claridad también están acompañados por la mirada incrédula y burlesca de las personas que nos rodean, su propia ignorancia y su temor les convence de que solo se trata de locura, entonces es preciso que nuestro espíritu se fortaleza mucho más, con la fe, porque para poder llegar a ese maravilloso mundo que hoy calificamos de fantástico, es necesario que peleemos, es necesario que recordemos que un día fuimos buenos y nos aferremos a ello con todas nuestras fuerzas; para poder sentirnos vivos nuevamente, para poder despojarnos de esa coraza que todavía llevamos, es necesario que alberguemos esperanza y no la dejemos ir, por fuerte que soplen los vientos....

Hay mucho de realidad en cada historia narrada, y mucho de ficción en cada suceso experimentado, el romper las cadenas que hoy te sujetan, solo depende de ti. ¿Te animas?.

Les dejo con una frase que no aparece en el libro "Don Quijote de la Mancha"; pero que ha sido adjudicada a la obra; por esas cosas que a veces se pierden con el paso de los años, y de las que nadie puede dar una explicación sobre su origen, más no por ello deja de ser muy cierta:

Deja que los perros ladren Sancho amigo, es señal que vamos pasando

Que tengan una maravillosa semana. Hasta la próxima.

Fotografía "Automne June" (Ing. Rosario Domínguez)



domingo, 15 de abril de 2012

¡AL FINAL, ENCONTRE UN NUEVO SENDERO!

Amigos Bienvenidos!!:
¿Cómo los encuentro?, ¿qué cosas maravillosas han pasado en sus vidas en estos días?. Yo puedo decirles que he tenido días muy lindos, de continuo aprendizaje como lo son todos los días de nuestra vida, he tenido la oportunidad de conversar con algunas personas, y ustedes deben saber que no existe diálogo que no traiga en sí, una enseñanza maravillosa, mucho más si el tema central del mismo se ha cifrado en las experiencias de vida de cada interlocutor.

Hace mucho, pero mucho tiempo ya, que quería compartir con ustedes algunos de mis pensamientos sobre los sueños, de aquellos que alguna vez habremos albergado en el corazón y cuya sola idea de  realización transmitió alegría a nuestra alma. ¿Quién puede decir que no ha soñado con algo en particular?...

Una vez, escuché que Dios nunca te haría soñar, con aquello que sabe que no vas a tener y esta afirmación parece contrastar totalmente con la definición de la misma palabra; Sueño: Deseo o esperanza de que acontezca algo que tiene muy pocas probabilidades de suceder. ¿Por qué?, porque la lógica casi nunca va de la mano de la fe, porque donde termina la razón del hombre, es donde empieza Dios y cuando hemos pasado los limites de la "lógica humana" nos encontramos en los linderos de la fe. Por lo tanto queridos amigos, cuando se tiene una fe bien cimentada,  se tiene muchas más probabilidades de confiar que aquello que se sueña puede ser una realidad, tarde o temprano...

El mundo que conoce el espíritu es mucho más grande que aquel en el que se desarrolla el cuerpo, pues el espíritu no es tan limitado como el cuerpo, de ahí que sintamos muchas veces en nuestro interior, en nuestro corazón una felicidad inmensa cuando pensamos que estamos cerca de realizar aquello que tanto ansiamos o cuando hemos iniciado ese gran viaje que nos llevará a desembarcar en el puerto anhelado, esa felicidad tan prometedora que nos lleva a realizar grandes esfuerzos para conseguir lo que soñamos.

Pero ¿qué pasa cuando lo hemos intentado todo y aún así no lo hemos conseguido?, les diré queridos amigos, que este es un escenario muy conocido, algunos pueden pensar que quizá no se tuvo  fe, otros podrán decirme que uno nunca debe cansarse de buscar aquello que anhela, y yo les diré que pueden tener razón, pero que también pudo suceder que confundimos un sueño con una bagatela fugaz, que nos engañamos y corrimos presurosos detrás de un destello que al final solo era una estrella fugaz que se disipo en el firmamento, y pasamos tiempo de nuestras vidas tratando de encontrarla inútilmente.

Siempre he pensado que para Dios nada es imposible y que desde ese punto de vista, todo lo que esperamos debería ser una realidad, pero muchas veces no comprendemos lo que Dios esta tratando de decirnos, no nos damos cuenta que algunas veces aquel sueño en el que hemos depositado nuestra felicidad no es el camino que nos conducirá a la misma, y pensamos que todos los obstáculos que encontramos en el camino, todas esas trabas que nos impiden seguir adelante, todos los malos momentos son parte de ese camino, cuando realmente son señales indicándonos que no estamos en el camino correcto...

Cuando uno esta por el sendero que debe caminar todos los obstáculos, todas las caídas son superables, no nos ocasionan más que una pequeña demora, pero cuando éstas caídas, éstos obstáculos empiezan a dejar heridas muy profundas en el alma, en el corazón, cuando éstas situaciones adversas nos alejan de la gente que nos quiere, cuando no las queremos escuchar porque tal vez nos quieren alejar de aquello que ansiamos, cuando estamos recorriendo solos nuestro camino,  es cuando debemos darnos cuenta que estamos recorriendo un sendero equivocado.

Les digo con total honestidad que para Dios todo es posible, y si depositamos nuestra fe y nuestra confianza en él, sabemos que es así, de ahí que yo no creo que existan sueños imposibles, por muy difíciles que éstos sean, pero si pueden existir sueños equivocados, porque somos seres humanos y nuestra concepción de la vida, de nuestra vida, siempre va ser limitada con relación a la concepción de Dios.

El poder reconocer que hemos equivocado el camino, lejos de entristecernos debe alegrarnos, porque estamos vivos y todavía soñamos, porque caminamos confiados en que Dios esta cuidando nuestro camino y porque sabemos que aunque hayamos tomado un sendero equivocado, éste nos sirvió para descubrir habilidades que no creíamos tener, para incrementar nuestros conocimientos o simplemente se trató de una ruta obligatoria porque teníamos que ayudar a alguien a seguir su propio camino....

El haber equivocado el sendero no significa que no vayas a llegar a tu destino, solo te tomará un poco más de tiempo, no debes desmoralizarte, ni debes decepcionarte, más por el contrario llena tu corazón de alegría, porque ahora estas más preparado para seguir adelante, porque el camino que te lleva a aquello que has soñado no tiene porque ser un camino solitario cuando estas en el sendero correcto, porque encontrarás que tus seres queridos te apoyan, te instan a que sigas adelante, porque fuiste capaz de darte cuenta de que tu espíritu estaba siendo mellado por las contrariedades, te diste cuenta que con un espíritu enfermo tarde o temprano no hubieras podido continuar por esa vía y pudiste apreciar todo esto, porque hay una fuerza que impulsa cada uno de tus pasos, el amor de Dios que no permite que tu espíritu fallezca...

Gracias a ese amor puedes ver un mundo que antes te era desconocido, el mundo espiritual que esta muy lejos de este mundo terrenal, ahora hablas con tu corazón y puedes entenderlo, porque comprendes el lenguaje del amor, y aunque muchas veces sientas que casi nadie a tu alrededor puede comprender lo que tu puedes ver y lo que tu puedes oír, piensa que hay muchas otras personas que te entienden aunque no las tenga cerca, porque el mundo espiritual esta mucho más habitado de lo que tu crees....

Sigue con paso firme el camino de tus sueños, aunque debas encontrar nuevos senderos, observa con cuidado cada señal, cada mensaje que te envía Dios y si debes retroceder hazlo, muchas veces es necesario dar un paso atrás para avanzar dos, no te preocupes por el tiempo, que de eso se ocupa Dios, preocúpate por aprender; escucha permanentemente lo que te va dictando el corazón, porque ahí reside Dios...

Que disfrutes de una semana llena de alegría. Hasta la próxima.

domingo, 8 de abril de 2012

UNA PERSONA NUEVA

Amigos, felices pascuas!!, bienvenidos:
¿Cómo han pasado la semana santa?; ¿qué cosas maravillosas han descubierto en estos días?, yo espero que hayan sido días en los que no solo hayan podido salir un poquito de la rutina de todos los días, sino también en los que hayan podido pensar en las cosas del espíritu y no tanto en las cosas de este mundo.
¿Qué puedo decirles?, que yo he tenido una semana muy interesante, he aprendido muchas cosas y he disfrutado también de muchas otras, y es que han sido días en los que nuevamente he podido advertir un ambiente pacífico, un ambiente de mucho silencio, quizá de recogimiento interior por parte de las personas, como normalmente suele suceder en fechas como estas.

Revisaba hace algún tiempo una reflexión sobre el perdón, sobre las nuevas oportunidades y sobre las vivencias del pasado. Tres aspectos por demás interesantes y como no podía ser de otra manera, esta lectura atrapó mi atención, podría enumerarles muchas razones por las cuales fue así, pero al final todo se resume  a una sola; ¿cuál?: El perdón.
En las diferentes reflexiones que he oído en estos días, se ha ido repitiendo la expresión: Hombre nuevo, dejar atrás al hombre viejo y seguir como un hombre nuevo. Pero ésta afirmación implica mucho reconocimiento de nuestra parte, implica mucha aceptación de todo cuanto se ha vivido y eso es en algunos casos, muy difícil porque no se puede pensar en una persona nueva si antes no ha existido el perdón.

¿Quién puede decir que no ha cometido errores?, no conozco a nadie que no haya tropezado en la vida, que llevado por razones; en su momento muy valederas; haya cometido errores que hasta el día de hoy le gustaría poder olvidar. Desafortunadamente no se puede y éstos recuerdos se convierten en los protagonistas de muchos momentos de tristeza, de culpa y de arrepentimiento, pero sobre todo de temor.

Temor, porque sentimos miedo de volvernos a equivocar, sentimos miedo de volver a lastimar a nuestros seres queridos, albergamos temor por muchas razones, pero la mayor de todas, es que reconocemos que somos débiles, que no pudimos actuar correctamente, que probablemente ni siquiera nos dimos cuenta de los pasos equivocados que estábamos dando, y esa inestabilidad que ofrece el reconocernos débiles nos hace también personas temerosas y desconfiadas de nuestros propias actos y decisiones.

Es tal el malestar espiritual y emocional que albergamos que tratamos de encerrar en un baúl todos esos malos recuerdos, tratamos de dejarlos atrás empezamos a trabajar en incrementar nuestra fortaleza y nuestra seguridad, pero un buen día una sola palabra, dicha quizá al azar, un solo lugar al que pensamos que nunca más regresaríamos, una sola persona que no veíamos hace ya mucho tiempo, traen de nuevo al presente todo lo que queríamos enterrar y volvemos a ser esas personas que pensamos que ya no existían.... todo vuelve otra vez.... ¿Por qué?

Porque sensiblemente uno no escapa de los errores cometidos, no es tan sencillo como desechar un par de zapatos que se compraron erróneamente, uno debe encarar lo que hizo en en el pasado, con todo lo que ello implique, repasar lo que se hizo de bueno y de malo, con la diferencia de que las cosas equivocadas que se pudieron realizar no definirán el camino que tomemos a partir de hoy, no cambiarán las personas que somos hoy.

El poder enfrentar esos fantasmas del pasado con la mirada y la experiencia del presente, nos convierte en personas mucho más fuertes, porque somos capaces de reconciliarnos con las personas que fuimos en el pasado, aceptar la forma determinada en la que nos comportamos, disculparnos con quien debamos hacerlo, y perdonarnos por aquellas fallas que en la mayoría de los casos se cometieron por ignorancia.
En la vida uno no nace sabiéndolo todo y es solo por medio de las vivencias buenas o malas de cada uno de nuestros días que podemos mejorarnos con el paso del tiempo.

El solo hecho de ser capaces de distinguir entre un error y un acierto, nos hace mejores personas, porque nos otorga experiencia de vida, porque vamos aprendiendo con cada cosa vivida y nuestras días no se resumen a solo dejar pasar el tiempo. Pero ¿qué sucede cuándo éstas equivocaciones nos quitan la tranquilidad y la paz interior?.  El revivir constantemente episodios de nuestras vidas que encierran hondo pesar y culpabilidad solo nos hace más vulnerables, solo nos recuerda a una persona que ya no somos, porque gracias a todas esas caídas hoy somos personas diferentes aunque quizá el remordimiento no nos permita verlo con claridad.

Es posible seguir adelante, a pesar de las caídas, es posible llegar a conocer a las nuevas personas en las que nos hemos convertido, pero es posible solo si conseguimos perdonarnos por todo lo realizado, si dejamos de escapar de nuestros propios recuerdos, si somos capaces de mirarnos con los ojos del alma, reconocer que equivocamos el camino y reconciliarnos con nosotros mismos. Y solo conseguiremos perdonarnos sinceramente cuando seamos capaces de mirarnos con amor, a pesar de todo, a pesar de lo imperfectos que creemos ser, porque solo cuando seamos capaces de vernos con amor, podremos se capaces de continuar nuestro camino seguros, libres de culpas, con una visión clara y un espíritu fuerte.

Entonces podremos sentirnos realmente personas nuevas, porque hemos sido capaces de despedir a las personas viejas que ni siquiera nosotros ya reconocemos, porque hemos perdonado de corazón, y un buen día podremos mirar nuestro pasado y aceptarlo, sin culpas, sin remordimientos, sin temores, sin tristeza, albergaremos alegría y gratitud porque si no hubiéramos equivocado nuestros pasos, nunca nos habríamos dado cuanta de cuál era el camino correcto.

Es necesario que recordemos que eramos y somos buenos, que fuimos hechos del amor de Dios y que es por ese mismo amor que él nos otorga el perdón, entonces no podemos hacer más que responder con el mismo amor en nuestras vidas. Si habiéndonos arrepentido, Dios nos perdona, debemos esforzarnos por perdonarnos a nosotros mismos, para poder seguir como las personas nuevas que Dios quiere que seamos.

Que tengas una linda semana. Hasta la próxima!!.


Fotografía "White party" (Ing. Rosario Domínguez)

domingo, 1 de abril de 2012

UNO NUNCA CONOCE SU DESTINO, PERO....

Amigos, bienvenidos!!:
¿Cómo están?, ¿han tenido una buena semana?, yo espero que si, saben no existen días perfectos, a veces las cosas no salen como uno las espera, pero esta en nuestras manos el seguir esperando lo mejor, el iniciar cada nuevo día con el corazón alegre, con la mejor predisposición de que sea sea un día maravilloso y feliz, pero sobre todo con los ojos del alma bien abiertos, porque siempre, se los aseguro, siempre hay cosas hermosas que vale la pena ver, que vale la pena apreciar, que hacen que al final del día las recordemos y sintamos que ha sido un día que ha valido la pena de ser vivido. Animo!!.

Iniciamos la semana santa; para mí siempre son días de recogimiento, de profunda reflexión, porque hace que piense en Jesús; la persona que más allá de los sufrimientos que atravesó en el momento de oscuridad, demostró la fortaleza que le transmitía su fe, la cual le llevó a superar todo y demostrarnos que la vida no se resume a solo este cuerpo, que siempre han de ser mas importantes las cosas que tienen que ver con el espíritu.
Que estos días no sean solo días de descanso para ti, reflexiona sobre todo aquello que te parece que no esta como quisieras en tu vida, siempre hay modos de continuar, incluso el no hacer nada, es uno de ellos, pero trata de buscar algún camino que te ayude, la respuesta ha de estar siempre en tu corazón, porque ahí en lo más intimo de tu alma, reside Dios, él te esta hablando permanentemente, es solo que a veces el bullicio del mundo no nos deja escucharle con claridad, aprovecha estos días, en los que ese bullicio parece disminuir.....


 ¿Y si nuestra vida fuera como un libro que ya hemos leído?... ¿qué pasaría entonces?.... Algunos pueden decirme que sería magnífico, porque entonces no tendríamos que vivir con la acostumbrada incertidumbre, no pensaríamos tanto a la hora de tomar una decisión y sabríamos exactamente que lugares debemos evitar para no sufrir ningún accidente, las cosas que no debemos hacer para no enfermarnos y sobre todo las personas que no tenemos que conocer para evitar que nos lastimen, sabríamos el lugar exacto donde encontrar a la persona que Dios ha destinado para nosotros y lo primero que debemos hacer o decir para que  esta persona nos mire, no cometeríamos errores porque conoceríamos lo que esta por venir y entonces ya no existiría ninguna preocupación, incluso sabríamos el trabajo exacto al que debemos dedicarnos para poder mantenernos y que además nos guste!!.

Evidentemente la idea parece maravillosa, pero lo cierto es que todos hemos venido con un DESTINO, que yo prefiero llamar una MISION, una que no conocemos, tampoco sabemos cómo debemos llevarla adelante o las herramientas (habilidades o conocimientos) que tenemos a nuestra disposición para realizarla de la mejor manera posible.
Esta misión o destino nos distingue a unos y otros, ninguna será la misma para nadie, es tan única como lo somos nosotros mismos, ¿cómo poder cumplir con la misión si no sabemos qué debemos hacer?, es una tarea por demás difícil pero con el paso del tiempo y a pesar de que caminamos a ciegas, vamos recibiendo señales, aún cuando se haya equivocado el camino, siempre se regresa al que nos toca, es solo cuestión de tiempo...

Si me preguntan ¿cuál de los estados de vida prefiero?, yo elijo la incertidumbre de cada uno de  mis días, ¿por qué?, por la sencilla razón de que el saber todo, nos quita las emociones, las alegrías, las sorpresas y hasta los errores, si nunca nos equivocaríamos, no aprenderíamos nada, si sabríamos exactamente el trabajo para el que hemos sido llamados, o evitaríamos siempre el sufrimiento, la enfermedades, las contrariedades; nunca descubriríamos que somos capaces de hacer más de una cosa bien, o no nos daríamos cuenta de lo fuertes que somos, no sabríamos como enfrentar las adversidades, hasta un simple desperfecto nos atemorizaría y definitivamente no sentiríamos esa magnífica alegría en el corazón al encontrar a la persona destinada para nosotros!!, no definitivamente elijo ir descubriendo la vida y sorprenderme con ella cada día.

No sabemos a donde nos conduce el barco de nuestras vidas, ni siquiera sabemos cuando debemos prepararnos para una tempestad o cuando disfrutaremos de un cielo azul y un sol brillante y aunque siempre querremos quedarnos en los días cálidos de brisa suave, nadie nos garantiza que no volverá a llover, que no tendremos que ser valientes y fuertes para salir adelante, uno definitivamente no conoce su destino, su misión pero sí puede hacer lo mejor que este a su alcance, sí puede ir descubriendo sus habilidades, uno si puede confiar en que la siguiente tormenta ya no sacudirá con violencia el barco de nuestras vidas, porque estaremos más preparados para lo que vaya a venir....

Tal vez no se nos ha dicho desde el principio lo que debemos hacer para cumplir con nuestro destino o nuestra misión, pero con el paso de los años, iremos descubriendo cosas que desconocíamos de nosotros mismos, iremos escuchando más las cosas que nos dice el corazón y no perderemos tantas señales como al principio, descubriremos que aunque hubieron tiempos en los que equivocamos el camino, aún en ese sendero errado conocimos lugares y personas que nos dejaron un gran mensaje, tal vez sin que nos demos cuenta siquiera fuimos cumpliendo nuestra misión.

No sabemos exactamente lo que debemos hacer, pero sí podemos hacer lo mejor que podamos, con todas las personas que Dios ha puesto en nuestras vidas, con todos las cosas que hacemos y sobre todo con nosotros mismos.No pierdas el tiempo recordando los pasos equivocados que diste, es parte de tu destino o misión, tarde o temprano llegaras a donde tienes que llegar, harás lo que tienes que hacer y conocerás a quienes tienes que conocer, no te preocupes tratando de adelantar un solo paso o la forma en la que debes darlo, hay alguien que guía cada uno de tus pasos y tarde o temprano cumplirás aquello para lo que has sido llamado, preocúpate por todo aquello que te hace feliz, por todo aquello que debes aprender y presta siempre atención a tu espíritu que es el que va marcando el camino...UNO NUNCA CONOCE SU DESTINO PERO SIEMPRE PUEDE DAR LO MEJOR DE SI.

Que tengas una maravillosa semana. Hasta la próxima.