domingo, 29 de marzo de 2015

EL VALOR DE LA VIDA


Amigos, Bienvenidos!!!:
A partir de hoy, iniciamos la semana santa. Este tiempo; en particular aquellos días en los que se interrumpe la actividad laboral no son precisamente días de descanso, de aprovechar para programar reuniones con los amigos, todo lo contrario son días de recogimiento espiritual, de reflexionar en la forma en la que estamos viviendo o encarando los problemas y las dificultades de nuestra vida.


Hoy domingo de ramos, un cúmulo de pensamientos pasaron por mi mente; recordé a quienes hoy ya no no están conmigo, recordé mucho a un amigo que partió a la presencia de Dios un día como hoy; pero sobre todo valoré la presencia de Dios en mi vida, creo que a mi modo yo también lo esperaba con una palma en la mano para darle la bienvenida, éste año con mucha más algarabía que el año anterior, pues mi recibimiento estaba lleno de gratitud hacia él por haberme conducido a travez de muchos momentos de tristeza y decepción, hoy lo recibí con el corazón lleno de esperanza y de cierta paz.....

Pensé no solo en el domingo de ramos y aquella maravillosa y jubilosa bienvenida que recibió Jesús, me di cuenta que en un corto tiempo; una persona de carne y hueso como lo era Jesús pasó de una bienvenida de reyes a un calvario que culminó con su vida terrenal.

Es difícil compararse siquiera con ese ser humano lleno de bondad, sabiduría y fe; es muy difícil pero es inevitable también porque todos desde nuestra pequeñez hemos experimentado lo que es sentarse en una mesa llena cuando atravesamos tiempos de abundancia y felicidad así como lo hicimos en una mesa vacía cuando aparentemente no teníamos nada que ofrecer  a nadie.

"La mesa de los exitosos esta siempre llena pero la mesa de los "fracasado" siempre será una mesa vacía".
Aunque indudablemente a Jesús lo seguía una multitud camino al Gólgota, que distinta era esta multitud a la que le recibió a su llegada, su hora había llegado conoció el amor más grande que pudo darle su madre y seguramente sintió el pesar más grande cuando la vio a los pies de aquella cruz en la que se encontraba.

Todos a nuestro turno, conocemos la crueldad en este mundo, mucho más si miramos el mundo con un corazón lleno de humanidad, con una mirada de amor. Todos al menos una vez también nos hemos visto sumergidos en nuestro propio calvario, quizá también hemos albergado esa sensación mezcla de reclamo y de ausencia cuando Jesús expresaba "Padre ¿por qué me has abandonado?" y es que a veces uno siente que las oraciones que dirigimos no son recibidas.... a veces es mucha la tristeza y la decepción, las heridas causadas por una humanidad falta de fe, falta de vida suelen lastimar profundamente nuestro corazón.

Este indudablemente es un mundo lleno de mesas vacías; las personas valorar mucho más una billetera llena que un corazón humano, la vida de las personas se cifra solo en su posición o su dinero; ¿qué importa si es una buena persona? sus riquezas materiales darán buena cuenta de ello, verdad?.

El mundo sirve a muchos Dioses, pero al único único DIOS, lo dejó olvidado en las iglesias, en unas cuantas misas o fechas religiosas que se celebran en distintos meses del año; ¿dónde esta Dios si no vive en el corazón de las personas?......

Lloramos a nuestros muertos, pero que poco lloramos por aquellos muertos en vida, que deambulan por ahí, tratando de convencerse de que todavía están vivos y es que para estar vivo, hace falta ver con los ojos del alma, hace falta saber que la verdadera riqueza descansa en un corazón humilde lleno de honestidad capaz de amar como Dios mismo nos lo enseñó.

Las personas programan sus vacaciones, festejan la llegada de días feriados para aprovechar ese tiempo y disfrutar un poco de la "vida" que en buena medida se pasa tratando de rellenar los días con un trabajo que escasamente se soporta pero que reporta un buen sueldo, que mas da si no se tiene tiempo para la familia, ellos tienen todo lo que necesitan, ¿qué importa si los padres están siempre fuera de casa?....

Uno dispone de tiempo libre para descansar de la rutina, para descansar el cuerpo y la mente, pero ¿cuando dispone de tiempo para descansar el espíritu?.....

Solo el alma sabe disfrutar de la vida, porque ésta pasa desapercibida para aquellos que tiene sus ojos puestos en el mundo; solo el alma sabe cuanta gratificación reporta un solo día en compañía de los hijos, de los esposos, de aquellos amigos verdaderos; solo el alma sabe cuanto descanso y gratificación encuentra en una sola puesta de sol al atardecer, en una sola flor que se observa con la llegada de la primavera, en un solo canto de un pájaro, en una sola carcajada de un niño.

La vida esta esperando que uno la encuentre, porque para disfrutarla no es preciso tener una billetera llena de dinero, para disfrutar de un maravilloso cielo estrellado no hace falta vivir en una casa llena de lujos, un solo abrazo lleno de amor no se compra ni con todo el dinero del mundo, porque eso es algo que solo se siente con el corazón.

Termino la cuaresma, ha iniciado la semana santa; que los aplausos y la compañía que sobra en los momentos de abundancia económica no nos confundan ni nos quiten el valor de la vida, a veces es mucho mejor sentarse en una mesa vacía a tenerla llena de personas que cuando más lo necesitamos no estén porque ya no tienen nada que "ganar"  a nuestro lado. Quizá los días "libres" de semana santa nos ayuden a recordar lo que es realmente valioso para nuestra vida.

Que esta semana, puedas ver la vida con los ojos del alma. Hasta la próxima!!!!.



domingo, 22 de marzo de 2015

A VECES HAY QUE PERDER PARA EMPEZAR A GANAR!!!

Amigos, Bienvenidos!!!:
¿Cómo están?, inicia una nueva semana con la preciosa novedad de la llegada del otoño en algunos países y de la primavera en otros; como siempre he pensado que cada estación como cada época de nuestro recorrido es preciosa porque esta llena de vida, porque esta llena de matices de luz y sombra... esta llena de vivencias que llegan para recordarnos que estamos vivos!!!.

Días atrás, mientras leía un libro me detuve a observar la caída de la lluvia, se trataba de un día común y corriente de esos que tenemos con cierta frecuencia  en los que por ciertas circunstancias de la vida debemos esperar: Que nos atiendan en una oficina, que sea la hora justa para asistir a determinado lugar, que sea nuestro turno en alguna consulta en fin, son tantos los motivos que a veces nos llevan a esperar que uno se encuentra en la obligación de observar, o como en mi caso llevo siempre un libro conmigo para no desperdiciar los minutos o las horas que transcurran.

Como les decía mientras observaba la lluvia caer, llamó poderosamente mi atención el hecho de que las personas no pasaban con el caminar apresurado como suele suceder cuando llueve, algunos ni siquiera ataviados para días grises, las personas simplemente caminaban plácidas bajo las enormes gotas de lluvia que había empapado por completo las calles al caer; sin embargo y aunque éste era un día gris se trataba indudablemente de esos extraños días lluviosos en los que el corazón no se llena de nostalgia, mas por el contrario el ambiente en general transmitía cierta dicha, tal vez porque la estación de un año se despedía.....

Hoy que escribo estas líneas regresa a mi mente ese día de lluvia y vuelve a llenar mi corazón de dicha, a veces en tiempos de oscuridad uno puede sentir dicha con solo sentirla en el corazón y transmitirla así a todo aquel que pasa por nuestro lado contagiando ese bienestar hasta que el ambiente se llene de ese sentimiento de felicidad inusitada e inexplicable.

Pienso que lo mejor que nos pasa es estar vivos, para poder dar lo mejor de nosotros mismos; para llenar de colores la vida de todos los que comparten su camino con la nuestra, para practicar más la confianza en Dios y depositar nuestra vida en sus manos, para dejar de lado las preocupaciones aunque la razón nos diga que tenemos motivos de sobra para hacerlo, estamos vivos para acrecentar nuestra fe y con ello llenar de paz y de calma el corazón aunque éste muchas veces nos recuerde las cosas que perdimos.....

A veces es necesario perder para empezar a ganar es solo que nuestro estado mental termina por convencer a nuestro espíritu que haber perdido algo o a alguien es algo tan grave que probablemente no conseguiremos volver a ser los mismos nunca más y en buena medida es así, pero depende solo de nosotros mismos que esa transformación sea para bien porque en la vida todo sucede para bien!!!, solo hay que ser capaces de creerlo.

Es curioso que ahora que les hablo de esto recuerde que hace mucho tiempo (gracias a la magia de los recuerdos hoy parece que hubiera sido ayer), tenían un perro llamado Cooper, vivió conmigo desde que era muy pequeño, en cada ocasión en que se hacía algo debido a sus travesurillas corría hasta donde yo estaba solo para que le viera, parecía como si esperara ver mi reacción y así sentirse confiado de que realmente no le había pasado nada, lo cual sucedía el cien por ciento de las veces, lo curioso es que esta semana mientras conversaba con una amistad ésta me refirió que los niños también esperan a ver la reacción de sus padres para comprender que realmente no se lastimaron.

Una reacción tan ausente entre los "adultos" pues tenemos la cabeza tan llena de "conocimientos" o "cuentos" que uno escucha por ahí que cuando algo extraordinario nos sucede inmediatamente lo relacionamos con algo malo o grave; se nos ha olvidado que hay alguien que nos espera con todo su amor para dar tranquilidad a nuestra alma, se nos ha olvidado acudir a él y creer gracias a su amor que realmente estamos bien, que no ha sido nada grave lo que nos sucedió, se nos ha olvidado que Dios esta más presente en nuestras vidas, de lo que realmente creemos!!!.

El que los hijos confíen en sus padres o las mascotas en sus dueños se debe solo al amor que les tenemos, no se trata de un ciencia extraña que pueden comprender solo los más eruditos en el tema, se trata de ese lazo que se establece entre dos seres gracias al amor y es en base a ello que surge la verdadera confianza, ¿por qué nos hemos olvidado del amor de Dios?.

Si lo tuviéramos muy presente en nuestras vidas, nuestra mente, nuestro corazón y nuestro espíritu nos dirían que no hay nada de que preocuparse, que todo aquello para lo cual no tenemos una solución precisa esta en las manos de Dios, por lo tanto tarde o temprano se solucionará para nuestro bien.... A veces uno precisa perder para empezar a ganar...

Y ésto parece tener mucho más sentido cuando constatamos por nosotros mismos que nuestra confianza se va afirmando cuanto más nos damos cuenta que a pesar de todo el esfuerzo que pusimos para que algo se solucione no fuimos capaces de hacer nada más que esperar que Dios lo resuelva....... 

Realmente uno puede caminar bajo la lluvia; por muy fuerte que ésta sea; sin caminar a toda prisa para evitar que nos moje, se puede caminar plácido bajo la lluvia con la seguridad de que todo esta y estará bien porque todo sucede para nuestro bienestar, entonces uno puede contagiar al mundo entero de esa sensación mezcla de confianza y dicha porque nuestra vida descansa en las manos de Dios que es nuestro padre.

Es posible, todo es posible a la luz de su amor; solo hace falta que creamos que es posible tan sencillo y tan complicado a la vez.... 
Aquel día mientras observaba la lluvia caer, comprendí que esta en nosotros creer que nada es tan malo como lo parece porque todo siempre sucede para nuestro bien, ¿por qué preocuparnos?....

Que esta semana este llena de gratos momentos. Hasta la próxima!!!.




domingo, 15 de marzo de 2015

VAMOS A SANAR ESAS HERIDAS....

Amigos, Feliz semana!!:
Hoy como tantas veces, he recibido un día maravilloso como lo será con la gracia de Dios la semana que esta por comenzar.
Así, sin darnos cuenta siquiera estamos iniciando la cuarta semana de cuaresma, a solo unos días más de la semana santa, ¿por qué les hablo de esto?, sencillamente porque personalmente encuentro que la semana santa es la mejor época para darnos cuenta que nuestros problemas o sufrimientos no se comparan ni en lo más mínimo a los que enfrento Jesús.
Es bueno reparar en ello, no para restar importancia a lo que nos pasa, pero sí para no darle mayor valor del que tiene, recordando que desde el inicio de la cuaresma, quienes tratamos de seguir a Dios en este camino llamado vida, enfrentamos a nuestro modo una sucesión de tentaciones como lo hizo Jesús en esos cuarenta días en el desierto, de ahí la importancia de recurrir a la oración durante este tiempo.

Quien escribe suele leer mucho y en mi caso no es la excepción, tengo a mi alcance por lo menos tres libros que quiero leer, entre ellos uno que lleva por título "Caminos hacia la felicidad" de Luis Erlín; título que ha captado por demás mi atención, ¿por qué se los refiero en esta ocasión?, por la sencilla razón que uno de esos caminos que señala el autor es el del sufrimiento, por demás antagónico si nos preguntamos ¿realmente el dolor puede ser un camino para ser feliz?.....

Quien no haya estado en el camino del dolor quizá no pueda comprender este tema, pero creo sin temor a equivocarme que todos desde nuestras realidades externas o internas hemos transitado en el camino del dolor, el cual nos ha dejado más preguntas sin respuesta como extraños acertijos de una vida a la que escasamente podemos reconocerla como nuestra cuando estamos atravesando este camino; sin embargo y aunque escasamente se puede reconocer la propia vida al salir de este sendero doloroso pero necesario comprendemos con una mirada madura que hemos crecido como personas, pero ¿cuántos son tan fuertes para salir de este sendero por demás oscuro en el que nuestro espíritu enfrenta la mayor de sus batallas?....

Siempre se suele decir que el malestar espiritual se refleja en el malestar físico y quizá esto que acabo de decirles nunca estuvo más representado que cuando el corazón decide soltar el peso del dolor, el cual se traduce en largas horas de llanto o quizá en periodos cortos de él, sea cual sea la forma cuando vemos a una persona con los ojos llenos de lagrimas, estamos presenciando el sufrimiento del espíritu; vemos la manera en que el alma ha ido allanando un poco el camino. Después de todo el espíritu no esta separado del cuerpo y esta verdad se hace presente cuando atravesamos la mas dura de las batallas: El sufrimiento espiritual. ¿Por qué es la más dura de la batallas? porque el espíritu no se remedia con tanta facilidad como asistir a alguna consulta con el médico y seguir algún tratamiento en particular, de hecho esa etapa es la que sigue a no haber podido reparar el daño del espíritu, recuerden que cuando la enfermedad corporal se hace presente es bueno preguntarse ¿qué fue lo que me llevó a manifestar esta enfermedad?.

Inicie hablando de la cuaresma, de las tentaciones que desde nuestra pequeña condición humana debemos enfrentar y aunque en un primer paso esto puede ser difícil de comprender, lo cierto es que para quienes tratamos de seguir el camino del bien y con esto no me refiero particularmente a realizar grandes manifestaciones de caridad que no están demás; en este caso y a lo que casi siempre me refiero es que el practicar el bien comienza de buscar nuestro propio bienestar, de tratar de realizar todas esas cosas con las cuales nos sentiremos felices o que simplemente llenarán de paz nuestro corazón.

Sin embargo en este intento de preservar la salud de nuestro espíritu, podemos y de hecho nos vemos expuestos a peleas con quienes más amamos, a pérdidas irreparables, se dice que quien ama se expone a sufrir un poco y en ese camino nos vemos expuestos a ser heridos; son tantas las formas en las cuales podemos ser "tentados" en este tiempo que a veces ni siquiera nos damos cuenta de que hemos caído en una de ellas y no es si no hasta que vemos todo lo que hemos dejado atrás que nos damos cuenta de ello.

A veces a quienes tratan de hacer el bien se le relaciona directamente con alguien que se dedica a lo religioso, sin embargo casi en la totalidad de los cosas uno puede estar practicando el bien y haciendo labor para Dios sin pasarse largas horas en la iglesia o reuniéndose a diario con algunos grupos de oración, y quiero aclarar, no es que estas cosas estén mal todo lo contrario; lo que quiero dejar de relevante es que uno puede y de hecho debe hacer el bien desde donde uno se encuentre, sea el trabajo, en la familia, con los amigos, desde donde uno pueda porque para empezar a practicar el bien se debe empezar de uno mismo.

Las enfermedades del espíritu suelen ser las puertas abiertas para esas "tentaciones" que en este tiempo en particular se hacen más visibles; la forma de sanar esas heridas que duelen y que no se ven a simple vista es acercarse a Dios desde lo que uno pueda percibir de él; estamos rodeados de su creación, estamos rodeados de él incluso en el silencio de largas horas de soledad. Todo tratamiento de acuerdo a la gravedad del problema puede durar mucho o poco tiempo y será Dios quien vaya diciéndonos cuál es el camino para poder recuperar nuestra salud espiritual, es necesario que uno se acerque a él aún con solo nombrarlo mentalmente, Dios escucha hasta la más pequeña de las oraciones y se regocija en el más pequeño de los actos; ese regocijo se traduce en una dicha muchas veces inexplicable en el corazón y es esa dicha de haber hecho una buena labor la que a la postre sanará cada una de las heridas.

Tratemos de recordar esto particularmente en estos días que son la antesala de la semana santa; cada uno somos creaciones de Dios y él nos hizo con cualidades únicas para obrar el bien en este mundo; que nuestros días no se pasen entre el egoísmo o la inactividad producida por la depresión, a esas "enfermedades" y otras que el espíritu puede manifestar se las puede sanar solo por medio de practicar el bien y este mundo nos esta diciendo a gritos que necesita de lo que cada uno de nosotros podemos hacer desde nuestra propia vida; vamos a sanar esas heridas regocijándonos en la práctica del bien!!!.

Que esta semana, descubran la importancia que sus vidas tienen en este mundo. Hasta la próxima.


domingo, 8 de marzo de 2015

AQUELLA LUZ PROPIA....

Amigos, feliz semana:
En este curioso y maravilloso viaje llamado vida y a estas alturas del camino, encuentro necesario preguntarles, ¿cómo están pasando su tiempo?, éste es el único regalo para el cual Dios no tiene segundas oportunidades, lo que se hizo o se dijo en uno solo de nuestros días, indefectiblemente no tiene retorno. Uno puede disculparse, puede enmendar lo dicho o lo hecho pero lo que nunca podrá hacer es regresar al tiempo en el que cometió un error.
Dios nos ofrece segundas oportunidades y gracias a Dios lo hace porque no somos perfectos, porque siempre cometeremos errores grandes o pequeños sin los cuales no podríamos crecer como personas pero indudablemente nunca podremos regresar al instante en que los cometimos. Afortunadamente el tiempo nunca vuelve porque de otro modo nos encontraríamos en un eterno regreso al pasado mientras nuestro precioso presente y futuro se desperdician ante nuestros ojos.
Es bueno que reparemos en ello, porque esta vida que descansa en nosotros, es solo nuestra, nadie más puede vivirla por nosotros y de hecho nadie más sabe cómo vivirla porque es tan única como lo somos cada uno de nosotros.

Pensaba en esto, en que a veces perdemos el rumbo de nuestro camino por tener la mirada puesta en la vida de los demás, concretamente en aquellas vidas que aparecen ante nosotros como un destello de lo que hubiéramos querido que sea la nuestra, nos parece que "ese trabajo" era exactamente lo que queríamos, pensamos que "tener una familia" es lo que de pronto culmina una vida llena de "satisfacciones", pensamos que el "otro" vive la vida que tanto nos hubiera gustado tener pero no reparamos en que tenemos exactamente la vida que debemos tener, que todos absolutamente todos los elementos que tenemos a nuestra disposición son los que deberíamos tener.

No. Desafortunadamente no nos damos cuenta que tenemos todo lo que precisamos porque tenemos la mirada puesta en la vida de los demás y ese vivir constantemente comparando nuestra vida con la de los demás no solo nos crea una enorme sensación de insatisfacción sino también un hondo pesar una frustración que pueden calar tan hondo en el alma que terminemos por renunciar a esta que es nuestra vida al punto que lleguemos a negar quienes somos realmente solo porque no fuimos capaces de valorar quienes eramos, nos dimos a la tarea de ser simples copias de algún original que no tiene otra cosa más de sobresaliente que ser auténtico.

Permítanme compartirles la siguiente historia:

EL CAFÉ

Un grupo de ex estudiantes, ya muy establecidos en sus carreras, se reunió para visitar a su viejo profesor de la Universidad. La conversación se concentró en quejas sobre el estrés en el trabajo y la vida. Al ofrecerles café a sus visitas, el profesor fue a la cocina y regresó con un termo de café y una gran variedad de tazas: De porcelana, plástico, vidrio, cristal, algunas comunes, algunas caras, algunas exquisitas y les pidió que se sirvieran el café caliente. Cuando todos los estudiantes tenían su taza en mano, el profesor dijo: – “Si se han fijado, todas las tazas bonitas y caras han sido tomadas, dejando atrás las comunes y baratas. Aunque es normal que quieran sólo lo mejor para ustedes, ése es el origen de sus problemas y estrés. Lo que en realidad querían era café, no la taza, pero conscientemente tomaron las mejores tazas y las estuvieron comparando con las tazas de los demás. -”Fíjense bien –prosiguió-: La Vida es el café, pero sus trabajos, el dinero y su posición social son las tazas. Las tazas son sólo herramientas para sostener y contener Vida, pero la calidad de la Vida no cambia. ”A veces –concluyó-, al concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café que hay en ella. Por lo tanto, no dejes que la taza te guíe… Mejor goza el café”.


Hemos convertido el regalo más importante que Dios puso en nuestras manos: LA VIDA; en una burda competencia cuya única finalidad es ser y tener más que el otro, nuestro corazón se ha llenado de envidia, de rencor, de tristeza y de egoísmo así como de tantos otros males que podríamos enumerar por ignorar la única cosa de la cual deberíamos sentirnos orgullos: NUESTRA AUTENTICIDAD.

La vida que descansa en nuestras manos, la forma de crear nuestros propios sueños, de realizar nuestras propias tareas, la forma de hacer o decir las cosas que tenemos o decimos son lo que forman parte de ese preciado tesoro que tenemos, nuestra vida y ésta no se describe por los lujos que poseemos, por el grado de conocimiento académico que adquirimos ni por la cantidad de personas que tenemos por "amigos", todas esas cosas son solo aspectos que pueden dar mayor o menor satisfacción, lo verdaderamente importante es lo que podemos crear, compartir, transmitir con nuestra forma de ser, con nuestros propios pensamientos, es nuestra autenticidad donde realmente reside nuestro verdadero valor.

No tenemos nada que probar a nadie más que a Dios; él puso esta vida que nosotros tenemos para nuestra felicidad y ésta lo crean o no, reside en lo mas simple de la vida.
Que seamos capaces de comprender lo valiosos que somos no depende de otra cosa que no sea el amor, de ese maravilloso amor con el cual deberíamos vernos cada mañana cuando nos miramos al espejo porque indudablemente estamos mirando a la persona más importante que conoceremos en la vida: NOSOTROS MISMOS.

Una vez leí que todos brillamos con una luz interior, con una luz propia que hace que sobresalgamos del resto, esa luz que brilla en nuestra mirada cuando somos nosotros mismos porque estamos siguiendo la voluntad de Dios, al igual que todas y cada una de sus creaciones poseemos esa maravillosa luz de la vida y el amor que descansa en nuestro interior.

No hay razón alguna para envidiar a nadie, para no compartir lo que sabemos, ser egoístas porque todo eso irá opacando esa luz con la cual nacimos, todos somos valiosos a nuestro modo, no precisamos ser la copia de nadie porque estaríamos renunciando a nuestro derecho de ser nosotros mismos.

Que nuestra mirada no se pierda en los caminos del egoísmo, de la negación, de la envidia y de todo aquello que atenta contra la salud de nuestra alma. Que nuestro brille lleve luz a donde quiera que vayamos y llene de luz la oscuridad de quienes aún no se han encontrado consigo mismos.

Recuerden que una sola persona que es consciente de todo lo que puede hacer, es capaz de realizar su trabajo con el mayor esmero y honestidad que miles de personas tratando de ser la copia de alguien más. 
Una sola persona que es capaz de desempeñar su trabajo con todo su amor y de llevar su vida con integridad trascenderá su propia vida porque aún cuando ella ya no esté la gente siempre se referirá a ella como alguien sobresaliente que fue capaz de cambiar el mundo aunque ese mundo se reduzca a una sola persona.

Que esta semana venga llena de bendiciones!!!. Hasta la próxima.


domingo, 1 de marzo de 2015

EL SILENCIO DE DIOS

Amigos, Feliz Semana!!:
¿Cómo están?, precisamente hoy es el inicio de un nuevo mes; desde que leí sobre la ciclicidad del tiempo pienso en que siempre tendremos por delante 12 meses y siempre habrán alrededor de 31 días por vivir, por llenar de recuerdos felices, por remontar tiempos difíciles, por adoptar nuevas actitudes (confío en Dios en que nuestro espíritu siempre este más dispuesto a tener actitudes positivas), días que parecen empezar de cero para quizá entablar reconciliaciones, porque no otorgar y pedir disculpas, en fin; siempre habrán días nuevos para llenarlos de vida, quizá con nuevos personajes, tal vez en soledad y así hasta que Dios diga.

Estamos en plena cuaresma, esto hizo que pensara en todas esas personas que tratan de mantener su fe a flote a pesar de las caídas que sufren, a pesar de la incomprensión que tienen ante la "voluntad divina", a pesar del silencio de Dios ante tantas oraciones, tantas ocasiones que el espíritu se siente cansado.

Hace algunos días, leí un artículo que llevaba un título muy singular: "La oración más efectiva". Recuerdo que lo primero que pensé fue: ¿Es que acaso existe un modo de comunicarse con Dios que sea más efectivo?, luego comencé a leer el artículo y pude reparar que lo efectivo no era la forma de orar en sí, era la invitación a la tenacidad y la perseverancia lo que realmente convertía la oración en efectiva.

¿Cuántos de nosotros hemos rezado pidiendo algo en particular para nunca ver los resultados?, creo sinceramente que a todos nos ha tenido que pasar al menos una vez que nos hayamos enfrentado al silencio de Dios....

Hablo del silencio de Dios y recuerdo una investigación que se realizó hace algún tiempo en Estados Unidos, en la cual se abandonaba un auto con un vidrio roto en la calle para luego constatar que cierto número de días después éste se encontraba completamente destrozado no solo en los vidrios, pues algunos pensaron que al estar abandonado, podían lanzar piedras u otros objetos.

La investigación que se realizó en distintos lugares del país; solo mostraba que la razón para tal deterioro o actos de violencia, no eran las zonas; era más bien el abandono y desinterés que parecía mostrar el auto.
Es fácil darse cuenta y a lo que realmente apuntaba tal investigación, era que eran precisamente aquellas comunidades o personas que mostraban menos interés en mejorarse o cuidar determinados aspectos de sí mismos, quienes recibían mayor maltrato, lo que terminaba por deteriorar mucho más su estado de ánimo y su actitud en sí.

Creo sinceramente que cuando uno reza largamente por un hecho o persona en particular sin ver resultado alguno; siente que su espíritu decae, lo hace también su fe, poco a poco se va instalando la duda y si uno no es lo suficientemente tenaz y persistente; lo que consigue es abandonarse, es decepcionarse para finalmente sentirse indefenso...... ¿Por qué Dios es sordo a nuestras oraciones?.

Sencillamente porque no lo es; cuando uno ha pasado largo tiempo dirigiendo oraciones por una misma causa; sin ver que sus oraciones son escuchadas, no es porque Dios mira en una dirección contraria a la nuestra, es simplemente que él tiene su propio tiempo, que él sabe lo que es mejor para cada uno aunque uno no lo tenga muy claro, a veces simplemente espera que estemos preparados para cuando recibamos aquello que nuestro espíritu ha clamado tantas veces.

Ustedes saben que estamos en cuaresma, un tiempo en el cual Jesús fue tentado de muchas maneras; este es por ende un tiempo en el cual es cuando más a flote debemos mantener nuestro espíritu y nuestra fe; este camino no es fácil, tampoco lo fue para Jesús que experimento la soledad, que también supo de oraciones sin respuesta, que al igual que nosotros, terminó preguntándose: ¿Por qué me has abandonado?...

Con seguridad muchos hemos formulado esta pregunta al menos una vez en lo que va de nuestra vida; y para quienes permanecemos en esos momentos de mucha prueba, de aparente abandono, recordarles que cada uno vive su propio tiempo en el desierto, que cada uno tiene su propia cruz que cargar pero así como tocan vivir horas de oscuridad, mantener la firmeza en el espíritu porque también llegaran tiempos de felicidad, tenemos la certeza absoluta de que es así, por cuanto Jesús nos mostró el camino de la victoria con su resurrección.

Dios comprende nuestros momentos de flaqueza, por esta misma razón no nos envió solos en este camino, él dispuso que sus ángeles nos acompañaran en este peregrinar llamado vida, Dios con todo su amor, envió para cada uno un ángel al que en nuestra infancia llamamos ángel de la guarda y que todavía hoy camina a nuestro lado. Animo, que los tiempos de oscuridad no durarán siempre; porque nada dura para siempre. 

Alberguemos la certeza en nuestros corazones de que días de felicidad y de luz llegaran a nuestras vidas, porque Dios esta presente, él no es sordo a nuestras peticiones, debemos simplemente dejar que sea él quien guíe el barco de nuestras vidas, cuando nosotros sentimos que no podemos más; consolémonos junto a  nuestro ángel de la guarda que él nos acompaña en nuestros caminos.

Antes de despedirme, quiero dejarles esta poesía de Santa Teresita del Niño Jesús "A mi Angel de la Guarda". Que esta semana Dios fortalezca tu fe. Hasta la próxima!!.

"Tú que los espacios cruzas
más rápido que el relámpago,
vuela por mí muchas veces
al lado de los que amo.
Seca el llanto de sus ojos
con la pluma de tu ala,
y cántales al oído
cuán bueno es nuestro Jesús.
¡Oh, diles que el sufrimiento
tiene también sus encantos!
Y luego, murmúrales
quedo, muy quedo, mi nombre...."